
Jorge Lorenzo no guardará un buen recuerdo del Gran Premio de Gran Bretaña. Tras mostrar un gran ritmo en los entrenamientos del viernes y el sábado, el piloto mallorquín no se ha encontrado nada cómodo durante la carrera de hoy a causa de la lluvia, una situación que ha aprovechado su compañero Valentino Rossi para sumar su sexta victoria del año y meterle 12 puntos en la general.
A pesar de que Jorge ha salido muy bien -llegando a liderar la carrera durante la primera vuelta y media-, poco a poco ha ido perdiendo fuelle hasta terminar cruzando la línea de meta en cuarta posición. El mallorquín ha tenido varios problemas, el primero de ellos tras un toque con Pol Espargaró que casi termina con los dos en el suelo, y el segundo parece estar relacionado con la visera de su casco.
Tras acabar la carrera, Lorenzo ha entrado en su box con el casco puesto señalando con sus manos la visera, que estaba totalmente empañada. Su gesto era serio, y no es para menos, acababa de perder el liderato del mundial. No es la primera vez que Lorenzo sufre un problema con su HJC. En la primera carrera de Losail, el español tuvo un problema con el relleno interno del casco, que empezó a ceder por la parte superior restándole visión.