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Marc Márquez ha vuelto a irse al suelo hoy
por segunda vez esta temporada. Tras su caída en Argentina, el vigente campeón del mundo de MotoGP tampoco ha podido terminar la carrera del Gran Premio de Italia, donde ha sufrido una caída a falta de cinco vueltas para el final
cuando peleaba con Andrea Iannone por la segunda plaza del podio.
El piloto del Repsol Honda partía desde de la 13ª posición en parrilla después de un qualifying nefasto en el que no consiguió pasar a la Q2. A pesar de esto, Marc adelantó a varios pilotos en la primera frenada y se puso quinto: "Las primeras vueltas fueron buenas, sobre todo la primera, que salió como yo planeaba. Sabía que tenía que correr riesgos en las primeras vueltas para estar delante, y cuando vi que después de tres vueltas estaba detrás de Lorenzo me puse muy contento. Durante las primeras vueltas hicimos el trabajo más difícil, pero en la segunda parte de la carrera sufrí mucho. Iba al límite en cada curva y al final me caí. Pero bueno, lo más importante es que lo hemos intentado".
"Hoy durante las primeras vueltas teníamos velocidad con el neumático nuevo. Cuando tengo apoyo detrás puedo pilotar bien y me encuentro a gusto con la moto. El problema viene con la goma usada. Por ejemplo en Jerez, en las primeras vueltas, pude seguir a Lorenzo, pero cuando el neumático se desgastó un poco, ya estaba deslizando en la entrada de las curvas y todo se complicó. Estamos trabajando en ello, pero no es un problema que podamos resolver de una carrera a otra", reconoce Márquez.
A la pregunta de si el problema de hoy ha sido el mismo que ya sufrieron las Honda en Le Mans, Márquez lo negaba: "El problema no era el mismo de Le Mans, porque hoy lo positivo han sido las sensaciones con el tren delantero. Me sentía confiado y pilotaba sobre la rueda delantera. El problema es que, cuando el neumático trasero se vino abajo en la vuelta 7 u 8 tuve el problema de siempre: deslizaba mucho en la entrada de las curvas, no tenía apoyo en el neumático trasero y sólo pilotaba con el delantero. Cuando pilotas así durante 20 vueltas al final es fácil perder la parte delantera alguna vez".
"Lo puedes ver en la tele", explicaba el español con gestos, "cuando entro en la curva derrapo mucho. Así no puedo parar la moto nunca, así que tengo que forzar más el tren delantero y entonces, cuando suelto los frenos, la moto sigue deslizando y así es muy difícil. Estamos trabajando mucho para solucionarlo. El año pasado también tenía estos deslizamientos pero siempre los controlaba, siempre sentía la rueda trasera. Pero este año, por alguna razón, no la siento".
A pesar de que Márquez se marcha de Italia
con 49 puntos menos que el líder
Valentino Rossi, el bicampeón del mundo de MotoGP no tira la toalla en la lucha por el campeonato, sobre todo sabiendo que todavía faltan 12 carreras hasta llegar a Valencia:
"33 puntos ya era mucho, 49 es todavía más. Pero bueno, lo he intentado. Ahora lo primero es solucionar este problema para tratar de pilotar bien y entonces ya veremos. Pero seguiré siendo el mismo Marc, así que si en la próxima carrera puedo ganar, daré el 100% o incluso más".