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Marc Márquez se ha quedado
fuera de la segunda sesión de clasificación del Gran Premio de Italia. El piloto español finalizaba 11º en la FP3 matinal, la última sesión de entrenamientos libres en la que sólo
los diez pilotos más rápidos pasan directamente a la Q2. Márquez estaba obligado, por tanto, a disputar la Q1 para poder tener acceso a esta segunda tanda de clasificación que le habría permitido luchar por la pole position.
Iniciada la Q1, Márquez ha esperado hasta la segunda parte de la sesión para conseguir su mejor registro. En ese momento, Aleix Espargaró mandaba en lo más alto de la tabla de tiempos justo por delante de Stefan Bradl. En su primera vuelta rápida, Márquez fallaba en la primera frenada de Mugello y se iba largo, por lo que se veía obligado a completar la vuelta entera y atacar de nuevo el crono, consiguiendo un tiempo que le dejaba a 20 milésimas de la Suzuki de Aleix, pero suficiente para ocupar la segunda posición y acceder a la Q2.
Lo que no se esperaba Márquez es que Yonny Hernández, a falta de un minuto, volaría sobre la pista italiana para quitarle a Espargaró la primera posición con un 1:47.11, dejando a Márquez tercero ya sin opciones de mejorar su vuelta. El piloto del Repsol Honda seguía con atención los detalles desde su box, y cuando ha visto el tiempo de Hernández, ha tirado su gorra al suelo y se ha marchado a la parte trasera del box con un buen cabreo.
Es evidente que Marc Márquez está teniendo muchos problemas en Mugello con la frenada de su RC213V. De hecho, en la FP4 disputada previamente, el español ha sufrido una caída a final de recta después de forzar demasiado la frenada y cerrarse la dirección de su Honda. Preguntado ayer por los periodistas sobre el problema, Márquez se limitó a responder que no podía frenar como el año pasado por culpa de la moto nueva.
Tras este pequeño desastre, Márquez saldrá mañana desde el puesto 13 en parrilla.