Por Alfonso Somoza Google+
"No tengo nada de agarre. En el momento en el que abro gas, el neumático trasero empieza a deslizar", comenta Lorenzo, que ayer terminó 9º a casi 1,5 segundos de Aleix Espargaró. "La sensación es similar a la de Sepang, la moto se mueve mucho. El neumático trasero rebota y en máxima inclinación empieza a generar chattering. La carcasa del neumático es demasiado rígida y no podemos usar el compuesto más duro. Valentino tiene los mismos problemas que yo, pero le cuesta menos porque su estilo es diferente".
El mallorquín también le ha trasladado su preocupación Loris Capirossi, el responsable de mediar entre los pilotos y Dorna en cuestiones de seguridad: "Le he explicado la situación a Loris Capirossi y al resto de pilotos. Espero que pueda ayudarnos a encontrar una solución. Es muy difícil pilotar así".
A la pregunta de si considera los neumáticos de este año como un peligro, Lorenzo lo tiene claro: "Creo que sí. La telemetría muestra que el control de tracción trabaja mucho pero cuando estás pilotando parece que está apagado. En cuanto tocas el gas la moto desliza. Nunca he pilotado en estas condiciones, no hay nada de agarre. Mañana hablaremos de este tema en la Comisión de Seguridad porque aquí hay un problema de seguridad, no es cuestión de rendimiento. Es como si llevase una moto diferente, la M1 es competitiva, simplemente los neumáticos lo cambian todo".
Por su parte, Valentino Rossi se muestra en la misma línea que el español: "Tengo falta de agarre delante y detrás, en la entrada de las curvas y también en aceleración, de modo que la moto se mueve mucho. Creo que las condiciones de la pista mejorarán y será más fácil", comentaba el italiano al término de la FP1, en la que se clasificó 7º a 1,3 segundos de Espargaró.
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