Nunca se debe celebrar un error pero en el caso del campeonato mundial de moto GP, es difícil no alegrarse un poco con lo ocurrido en Phillip Island. A falta de dos carreras, se abren nuevas posibilidades y se complica la lucha por el título. Prácticamente se ha pasado de un juego de niños, a una partida de poker con los mejores del mundo en la que cada movimiento es fundamental. Llega la hora de sacar los ases de la manga.
Tal y como ocurre en poker, no se puede decir que se ha ganado hasta el final. Aquel que llevaba la mejor mano puede acabar sin una ficha en su poder y el que no tenía nada, puede ganar la partida.
Probabilidades, riesgo, faroles, estrategia y azar, todo vale para ganar. Al equipo Repsol Honda le salió muy mal la jugada en el GP de Australia; arriesgaron –seguramente sin tener demasiado motivo para ello- y perdieron. Ahora su mejor baza, la mano ganadora, tendrá que esperar para ser proclamada campeona. Hay que volver a sacar la calculadora y ponerse a hacer números con un margen de tiempo limitadísimo a tan sólo dos carreras: Japón y Valencia.
Por seguir con las comparaciones, en la popular modalidad Texas Hold’em, según las cartas que tenga cada jugador y las que muestre la casa, las probabilidades de ganar van variando. En las retransmisiones de partidas profesionales, se van mostrando estos porcentajes según van jugando; los espectadores conocen los números pero la gracia y la adrenalina residen en ver si se rompen las estadísticas.
Jorge Lorenzo declaraba a la web oficial de MotoGP, tras la carrera australiana, que sus probabilidades de ganar habían pasado de un 2 o 3% a un 20 o 30%. Así pues, las cartas que llevaba no eran muy buenas pero, después de lo visto en esta ronda, son lo suficientemente válidas como para competir por el título.
El mallorquín pasa de 43 a 18 puntos de Márquez a falta de sólo dos carreras. Si hacemos números, la cosa se pone más interesante aún. Hemos sacado el porcentaje de las posiciones de los tres primeros clasificados del Mundial de Moto GP para saber qué tendencia han seguido cada uno o, dicho de otro modo, ver en qué posición sería más probable que acabasen en los siguientes circuitos según sus resultados de esta temporada. Para hacerse una mejor idea de la situación, simplemente recordar que quedan 2 carreras y los tres primeros puestos dan 25, 20 y 16 puntos:
Los números de Marc Márquez son casi perfectos. Tiene 298 puntos y esta temporada ha acabado en 1ª posición en un 37’5% de las veces posibles, otro 37’5% en 2ª, un 12’5% en 3ª y el resto, un 12’5%, se ha quedado sin puntos por no correr o ser descalificado. Es decir, Márquez juega a lo grande: o hace pódium o nada.
Jorge Lorenzo es algo más conservador en su juego. Iguala a Márquez en primeras posiciones, un 37’5%; tiene sólo un 6’5% en 2º lugar, un 25% en 3ª posición, un 18’75% de veces ha quedado en posiciones que puntuaban pero fuera de pódium y otro mínimo 6’5% se ha quedado fuera. Pedrosa es el rey de la plata. Un 18’75% en 1ª posición, un 31’25% en 2ª, un 12’5% en 3ª, un 18’75% con puntos y 12’5% sin puntuar.
Márquez cuenta, además de con ese alto porcentaje de primeros y segundos puestos, con otro as: es el que gira más rápido, ha conseguido la vuelta más rápida en 11 ocasiones. El problema para el catalán es que, además de la velocidad, tiene también la presión. El factor psicológico podría hacer variar algunos porcentajes, en especial, con la tendencia del debutante en moto GP a arriesgar.
La presión puede ser una buena baza para Lorenzo. No hace falta ser un genio para saber que el vigente campeón de Moto GP va a ir all in. Saldrá con todo tanto en Japón como en Valencia, con la única preocupación de no fallar y la esperanza de que lo hagan sus rivales.
Porque son rivales en plural. En cuanto a estadística, las posibilidades de Dani Pedrosa, a 34 puntos, son mínimas. Pero “haberlas haylas”. El año pasado el choque en el GP de Australia le dejó sin opciones de título, aunque luego consiguió triunfos en Motegi y en Cheste. Así pues, ya sabe lo que es ganar en las dos carreras que quedan. Esa, sin duda, es su mejor baza; ésa y que nadie espera que gane.
El más rápido, el estratega y el underdog. La partida no puede estar más emocionante.
