Toprak Razgatlioglu tiene una forma muy particular de entender el motociclismo, una donde el espectáculo y la competición van siempre de la mano. El piloto turco, que acaba de cerrar una etapa gloriosa en el WorldSBK, ha decidido despedirse de las derivadas de serie regalándonos su último show sobre una BMW en colaboración con Red Bull, un vídeo que ha corrido como la pólvora y ha vuelto a poner sobre la mesa el inmenso control que tiene este piloto sobre cualquier máquina de dos ruedas.
A lomos de una BMW M 1000 RR de calle, Razgatlioglu encara una curva de izquierdas en un circuito de carreras. La imagen es hipnótica: en el piano interior, justo en el vértice donde los pilotos buscan el límite, descansa una lata de bebida energética edición limitada con su propia cara impresa.
Toprak tumba la moto, clava la rodilla en el suelo y, con una tranquilidad pasmosa, suelta la mano izquierda del semimanillar para agarrar la lata en plena trazada.
La maniobra es tan plástica y parece tan irreal que la polémica no tardó en servirse en la sección de comentarios. Muchos de sus millones de seguidores empezaron a cuestionar la veracidad de las imágenes, sugiriendo que había trucos de edición digital de por medio.
Ante la oleada de escepticismo, el propio tricampeón del mundo tuvo que salir al paso para calmar las aguas y prometer pruebas, escribiendo:"Para los que no lo crean, pronto habrá videos detrás de cámaras, no se preocupen, todos los veremos y disfrutaremos".
Cumpliendo con lo prometido, la marca de bebidas energéticas publicó semanas después el "making of" de la hazaña. Y aquí es donde la historia gana valor. Lejos de ser un montaje o una casualidad, el vídeo de las tomas falsas muestra a un Toprak humano y persistente.
El turco necesitó hasta doce pasadas por esa curva para calcular milimétricamente la distancia, la velocidad y el momento exacto de extender el brazo. Ver los intentos fallidos, donde rozaba la lata o no llegaba a tiempo, confirma que hasta los genios tienen que ensayar sus trucos.
Este vídeo viral llega justo después de que Razgatlioglu haya puesto el broche de oro a una temporada 2025 para enmarcar. El turco se ha consagrado Campeón del Mundo de Superbikes por tercera vez en su carrera, sumando este título a los que ya logró en 2021 y 2024. Su defensa del número uno sobre la BMW ha sido exitosa, certificando el campeonato en la última ronda disputada en el Circuito de Jerez, un escenario que ya es talismán para él.
Su dominio durante el año ha sido, por momentos, insultante para la competencia. La estadística más demoledora que deja este 2025 es esa racha de 13 victorias consecutivas, un hito que le ha servido para igualar y superar récords históricos de la categoría.
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Ahora, el futuro de Razgatlioglu se escribe con letras mayúsculas en el paddock de al lado. El 2026 será el año de su desembarco definitivo en MotoGP. Toprak ha fichado por el equipo Pramac Yamaha para pilotar una M1 con especificaciones de fábrica, cumpliendo así el sueño de su vida de medirse con la élite de los prototipos.
