Shoei ha hecho oficial la llegada del e:DRYLENS, un accesorio que ya conocíamos a modo de prototipo y que por fin aterriza en el mercado real. No es un casco nuevo, sino un gadget tecnológico diseñado para acoplarse al interior de la pantalla, utilizando una avanzada película de cristal líquido desarrollada junto a los especialistas de Dai Nippon Printing.
A diferencia de las lentes fotocromáticas de toda la vida, que dependen de una reacción química lenta ante los rayos UV y tardan en aclararse, este sistema es puramente electrónico. La marca asegura que el dispositivo puede cambiar automática e instantáneamente entre claro y ahumado, eliminando de raíz el retardo visual que puede ser peligroso en conducción deportiva o en zonas de luces y sombras constantes.
El sistema pone el control en manos del piloto mediante dos modos de funcionamiento. Puedes optar por la configuración automática, donde un sensor lee la luz ambiental y ajusta el oscurecimiento sin que tengas que soltar el manillar, o elegir el modo manual. En este último, tú decides cuándo activar el filtro oscuro a través de un controlador específico, ideal para anticiparte a situaciones concretas.
Hablando de números, la visibilidad parece bien resuelta. En su estado más transparente, la lámina ofrece una transmisión de luz del 65%, un tono suave perfecto para condiciones de baja luz. Sin embargo, al activarse el modo oscuro, la transmisión cae al 20%, convirtiéndose en una pantalla ahumada con todas las letras para combatir el sol directo.
La contrapartida de tanta tecnología es que sumamos un nuevo cacharro a la lista de dispositivos que necesitan enchufe. El sistema se alimenta mediante una batería integrada con puerto USB-C. Shoei promete una autonomía de unas 20 horas de uso continuo, con un tiempo de recarga de tres horas. Toca acostumbrarse a cargar el casco junto al intercomunicador antes de salir de ruta.
Un detalle que se agradece es que no han sacrificado la seguridad contra el vaho. El diseño del e:DRYLENS mantiene una estructura de doble capa que funciona exactamente igual que un Pinlock, creando una cámara de aire aislante. Así que tienes oscurecimiento electrónico y sistema antivaho en el mismo paquete.
Este sistema solo se podrá montar -de momento- en las pantallas CWR-F2 y CWR-F2R. En otras palabras: solo los propietarios de modelos como el NXR-2, X-SPR PRO, GT‑Air 3 y el Neotec 3 podrán disfrutar de esta tecnología por el momento.
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El calendario ya está marcado: las ventas comenzarán el 9 de enero de 2026. De inicio, el producto se queda en Japón, disponible en las Shoei Gallery. El precio del conjunto no es precisamente barato, rondando los 169 euros al cambio (137 euros la lámina y 32 euros el controlador imprescindible), pero es el coste de ser los primeros en llevar el futuro en la visera.
