
SWM no llevó a EICMA 2025 solo motos convencionales. Entre los grandes titulares (como el prototipo Honda V3R) se coló una propuesta bastante más inesperada firmada por una marca que suele pasar más desapercibida: el SWM Bumblebee Concept. Y no, no es una IA ni un render imposible. Es una moto real, presentada en Milán, y probablemente una de las más extrañas de todo el salón.
La inspiración es evidente desde el primer vistazo. El nombre no engaña y el imaginario Transformers está muy presente, con una estética amarillo intenso, formas angulosas y un diseño que parece salido directamente de una película de ciencia ficción. SWM y su matriz Shineray la definen como un “concepto mecánico de inspiración sci-fi”, y la verdad es que no se esconden demasiado. El Bumblebee Concept parece diseñado para llamar la atención antes que para pasar desapercibido en un semáforo.
Bajo toda esa carrocería de aire retrofuturista, sin embargo, no hay ningún misterio tecnológico. El Bumblebee Concept parte de una base conocida: la SWM Stormbreaker V 1200, un modelo que ya se comercializa en algunos mercados europeos y que en su día levantó bastante revuelo por su parecido estético con la Harley-Davidson Sportster 1200. Eso significa que el prototipo monta un motor V-twin a 45 grados y 1.200 cc, con cifras muy lejos de lo que su aspecto sugiere: alrededor de 60 CV y 67 lb-ft de par.
El conjunto ciclo también es heredado de la Stormbreaker, con una horquilla delantera de 49 mm, doble amortiguador trasero y un sistema de frenos con doble disco delantero de 280 mm y pinzas de cuatro pistones. Un equipo correcto, aunque algo justo si se tiene en cuenta que la Stormbreaker declara unos 260 kg en orden de marcha. Y todo apunta a que el Bumblebee Concept, con todo su despliegue de piezas metálicas, paneles decorativos y detalles “steampunk”, no va precisamente a adelgazar la báscula.
En el apartado tecnológico, la cosa es todavía más difusa. El puesto de conducción muestra algo parecido a un cuadro de instrumentos, aunque su acabado cromado hace dudar de si se trata de un display funcional o simplemente de “joyería de concept”. SWM no ha detallado qué elementos son plenamente operativos y cuáles forman parte del ejercicio de diseño, algo habitual en este tipo de prototipos.
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La gran incógnita, como siempre, es si este Bumblebee Concept llegará alguna vez a producción. Las probabilidades no parecen altas, pero no están completamente descartadas. Medios europeos apuntan a que SWM mantiene la puerta entreabierta a una posible evolución comercial, aunque sea en una forma más domesticada. Desde Shineray, el mensaje es claro: el prototipo sirve para demostrar la capacidad de su sistema de I+D conjunto entre China y Europa, integrando diseño, ingeniería y fabricación. Pero desde luego que hasta ahora no ha dejado indiferente a nadie.

