El mundial de MotoGP no descansa ni en pretemporada. Apenas estamos digiriendo el final de un 2025 histórico, con Marc Márquez levantando su séptimo título de la categoría reina a lomos de la Ducati roja, y el paddock ya tiene la vista puesta en el horizonte de 2027. Con el cambio de reglamento a la vuelta de la esquina, el incombustible Carlo Pernat ha soltado una de esas predicciones que, de cumplirse, cambiarían la historia del motociclismo.
Para el veterano mánager italiano, la luna de miel entre el piloto de Cervera y los de Borgo Panigale podría tener fecha de caducidad. Aunque ahora todo sean sonrisas en el box rojo, Pernat sugiere que el vínculo emocional con Honda sigue latiendo fuerte y que HRC está dispuesta a tirar la casa por la ventana para recuperar a su estandarte.
El análisis de Pernat para el canal de televisión Telenord no tiene desperdicio. Según su visión, la fábrica japonesa no ha pasado página tras el doloroso divorcio de 2023, cuando Márquez tuvo que buscarse la vida en Gresini para volver a sentirse piloto. "Honda está en el corazón de Marc Márquez, y Alberto Puig haría cualquier cosa por tenerlo de vuelta en el garaje", asegura el italiano, dejando claro que las puertas de Tokio nunca se cerraron del todo.
La clave de este hipotético retorno reside exclusivamente en el rendimiento de la RC213V. Pernat lo tiene cristalino: si los ingenieros japoneses consiguen enderezar el rumbo técnico, el #93 escuchará la oferta: "Si Honda sigue creciendo técnicamente, creo que Japón ofrecerá algo, y Marc Márquez no se lo pensará dos veces si le garantizan una moto competitiva".
Hay otro factor que entra en juego: el espectáculo. Con Liberty Media al mando, la narrativa cobra un peso fundamental, y no hay mejor guion que el retorno del hijo pródigo para rescatar a un gigante en apuros. Pernat lanza el guante a los nuevos dueños del campeonato: "Piénsalo, es algo que a los nuevos jefes de MotoGP podría gustarles mucho, dado que Liberty Media se centrará en la narrativa".
Por su parte, Marc Márquez sigue jugando al despiste con la maestría de siempre. En octubre, cuando se le preguntó por el futuro, tiró de pragmatismo: "Tengo la misma mentalidad: si eres rápido y eres feliz, y sonríes en un sitio, no cambies". Sin embargo, dejó esa pequeña rendija abierta que tanto gusta a la prensa: "Veremos. Nunca se sabe, porque el deporte cambia de un día para otro".
La situación en Ducati tampoco es sencilla. Tener a dos machos alfa en el mismo corral siempre es un riesgo, y Pecco Bagnaia no tiene intención de moverse de su casa. Pernat recuerda las palabras del italiano en Valencia: "En mi opinión, Bagnaia nunca querrá otra cosa que no sea una Ducati, incluso dijo en Valencia que le gustaría terminar su carrera vistiendo esos colores".
Mantener este equilibrio de fuerzas más allá de este ciclo contractual parece complicado. Según el mánager, estirar la cuerda podría romperla: "Está claro que otra temporada como esta sería impensable porque, de suceder, ciertamente pondría a prueba la relación entre piloto y equipo, pero cuidado".
Y aquí viene la advertencia para los de Bolonia: "Ducati necesita un campeón, o al menos corre el riesgo de tener que tener uno... Marc Márquez podría no vestir los colores de Ducati en 2027".
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Para rematar la jugada, Pernat nos deja una imagen final que roza la ironía poética. Si Márquez volviera a Honda en 2027, su compañero de equipo podría ser Luca Marini. "¿Sabes qué me hace sonreír? La idea de que en el garaje de Honda de 2027 pudieran estar Marc Márquez y el hermano de Valentino Rossi".
