Sylvain Guintoli, expiloto de MotoGP, campeón del mundo de Superbike y analista en TNT Sports, ha reconocido que la temporada 2025 de Pecco Bagnaia fue especialmente complicada de observar desde fuera. El francés siguió de cerca la evolución del piloto oficial de Ducati y no oculta que el año del italiano estuvo marcado por un problema técnico que nunca llegó a desaparecer del todo: la falta de confianza en el tren delantero del GP25.
Bagnaia comenzó el año acumulando dificultades para sentir el comportamiento de la rueda delantera en las fases más sensibles de la conducción: la frenada, la entrada en curva y la transición hacia la fase de giro. A ese déficit se sumó, posteriormente, un violento movimiento en las salidas de curva que agravó la situación en varios circuitos. El resultado final fue una temporada irregular, con picos muy altos y caídas constantes de rendimiento que le llevaron a completar el Mundial con tres victorias, diez ceros y un único top-10 en la parte final, terminando quinto en la clasificación general.
Guintoli, preguntado por Crash.net, fue claro: "La historia de Pecco este año ha sido difícil de ver, la verdad. Se veía claramente que estaba sufriendo y que eso le estaba afectando incluso en lo anímico. No fue agradable porque Pecco es un piloto fantástico". El francés, que durante seis años fue piloto probador de Suzuki y participó en el desarrollo de los neumáticos de Michelin en la categoría reina, explicó que el problema de Bagnaia no era menor: se trataba del punto más crítico del pilotaje actual.
"El tren delantero lo es todo, especialmente con las motos actuales de MotoGP", afirmó Guintoli. "Tienes que sentirlo bien para poder parar la moto de forma eficiente, sin alterar la carga en la entrada de curva. A partir de ahí puedes ser suave y mantener la velocidad. Todo está conectado". Según él, hay pilotos capaces de adaptarse a una falta parcial de información en la rueda delantera, y otros que necesitan una lectura perfecta para pilotar al límite. Bagnaia encaja en este segundo grupo.
El expiloto también detalló cómo se percibe esa sensación desde el manillar: "Llega a través de las muñecas. Puedes notar cómo se mueve el neumático delantero. En MotoGP sientes cómo se aplasta y se deforma al frenar. Incluso en línea recta puedes notarlo. Y cuando entras en la curva con freno, la sensación se multiplica". Guintoli subrayó que esa lectura es vital para controlar la moto cuando se circula al límite: "Todo tiene que ser súper suave para sacar el máximo al conjunto. Es más fácil decirlo que hacerlo. Y Pecco, incluso cuando sufre, no duda en ir al límite, lo que a veces le lleva a sobrepasarlo".
Aunque Bagnaia logró un doblete en Motegi, donde la Ducati funcionó tal y como necesitaba, ese rendimiento no se trasladó al resto del calendario. Para Guintoli, el episodio japonés fue una excepción dentro de un patrón que se repitió durante todo el año: "Excepto en Motegi, se ha enfrentado a un problema recurrente. Siempre estaba ahí".
A pesar de ello, el francés se muestra convencido de que el tricampeón volverá a situarse en la lucha por el título: "Creo que va a regresar. Dije que tendría que tocar fondo antes de volver. Motegi fue extraño, lo hizo todo perfecto, pero el resto del año volvió el mismo problema".
