
Si hay alguien en el paddock que valora la historia y el romanticismo de las carreras, ese es Aleix Espargaró. Aunque ahora le veamos vestido con los colores de HRC en su rol de probador de lujo, el de Granollers sigue cuidando con mimo su legado personal. Este fin de semana, el catalán ha compartido con todos nosotros una sorpresa mayúscula que ha aterrizado directamente en sus manos: un regalo inesperado que forma parte de su larga trayectoria en MotoGP.
El remitente de este detalle no es otro que Raúl Romero, el que fuera alma máter del equipo Esponsorama (o Avintia, como lo conocimos en su última etapa hasta 2021). Romero ha decidido obsequiar a Aleix con el carenado original de la Ducati de 2010, aquella montura del equipo Pramac con la que Espargaró afrontó su primera temporada completa en la categoría reina.
Hablamos de una pieza de coleccionista que va directa al museo personal del piloto. Y no es para menos, porque esa Ducati Desmosedici no era una moto cualquiera, era una de esas máquinas indomables de la era pre-aerodinámica moderna, una bestia que por aquel entonces solo Casey Stoner parecía entender a la perfección.
Para poner un poco de contexto, la relación entre Aleix y Raúl Romero viene de muy lejos, mucho antes de llegar a la élite. El directivo fue clave en la escalera de formación del mayor de los Espargaró, apoyándole cuando corría en las categorías de 125 cc y 250 cc. Este carenado es, en cierto modo, el broche de oro a una relación profesional que ha sobrevivido al paso de las décadas y a los cambios de colores.
Recordar aquel 2010 es viajar a una MotoGP muy distinta a la actual. Aleix, que por entonces era un joven buscando su sitio entre gigantes, logró firmar dos octavos puestos como mejores resultados aquel año. Fue una campaña de aprendizaje a marchas forzadas que, curiosamente, le obligó a dar un paso atrás en 2011 bajando a Moto2, para coger impulso y volver con más fuerza en 2012 con las CRT de Aspar.
Unexpected, super cool gift! My 2010 Ducati original fearing! Straight to my museum. Gracias Raul! pic.twitter.com/rRvxoPs4G6
— Aleix Espargaró (@AleixEspargaro) November 30, 2025
Pero lo más curioso de esta historia es cómo llegó Aleix a esa Ducati. Todo fue fruto de una carambola en 2009. Cuando Ducati subió a Mika Kallio al equipo oficial para cubrir la baja de Casey Stoner, quedó una vacante en el Pramac. Aleix no desaprovechó la oportunidad: debutó en Indianápolis y San Marino, y lo hizo tan bien —un 13º y un 11º— que se ganó volver para las citas de Malasia y Valencia sustituyendo a Niccolò Canepa.
Desde entonces, la carrera de Espargaró ha sido una montaña rusa. Tras pelearse con las CRT, llegó aquel primer podio con la Forward Yamaha en Aragón que le puso en el mapa de los grandes. Luego vino el reto de Suzuki, ayudando a desarrollar la GSX-RR en su regreso al mundial, antes de embarcarse en el proyecto de su vida.
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Todos sabemos cómo acabó el cuento con los de Noale. Aleix se convirtió en el "Capitano" de Aprilia, transformando una moto que cerraba la parrilla en 2017 en una máquina ganadora con la que logró tres victorias (la primera en 2022 y dos más en 2023) antes de su retirada como piloto a tiempo completo a finales de 2024.

