
El sueño de ver a Valentino Rossi luchando por la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans tendrá que esperar, y quizás más de lo que a la afición le gustaría. A pesar de que la leyenda de MotoGP ha completado su transición a las cuatro ruedas con nota, el asalto a la categoría máxima de la resistencia se le está resistiendo. El propio piloto italiano ha rebajado la euforia y admite que, al menos a corto plazo, las puertas de los Hypercar parecen cerradas para él.
El de Tavullia nunca ha ocultado que su verdadero objetivo es sentarse en un prototipo. Para Rossi, el pilotaje de estas bestias es mucho más natural que la de los turismos con los que compite actualmente. Y no ha sido por falta de intentos. El italiano llegó a probar el BMW M Hybrid V8 en los test de novatos de Bahréin el año pasado, dejando muy buenas sensaciones.
Allí se quedó a solo una décima de los cronos de Arthur Leclerc con el Ferrari, demostrando que tiene manos para domar un coche de esa potencia. Pero esa velocidad no se ha traducido en un asiento oficial.
Rossi, con la franqueza que le caracteriza, ha explicado que ha pasado todo el último año trabajando en los despachos y en la pista para armar un programa de Hypercar de cara a 2026, pero las piezas del puzle no terminan de encajar. "El hypercar es más parecido a una moto y disfruto conduciéndolo. Así que desde ese momento, intentamos correr en el hypercar este año, pero no fue posible", dijo hace unos días en una entrevista recogida poor Motorsport.com aludiendo a aquel test de Bahréin
La decepción del nueve veces campeón del mundo es evidente, ya que siente que está listo para el desafío. "Durante toda esta temporada, intentamos correr en el hypercar para el año que viene, pero desgraciadamente no fue posible. Parece que es difícil correr con el hypercar. No sé si sucederá, es una pena", sentenció Rossi, dejando caer que el proyecto está más cuesta arriba de lo previsto.
El problema principal tiene nombre y apellidos: overbooking. La marca bávara cuenta con una nómina de pilotos oficiales envidiable y una cantera de jóvenes talentos que empujan con fuerza, lo que deja poco margen de maniobra incluso para una figura mediática como Rossi.

Al ser cuestionado sobre la posibilidad de hacer apariciones esporádicas con el hypercar de BMW, el italiano se mostró escéptico sobre la viabilidad de esa fórmula en el Mundial. "Puede ser una buena idea, pero no sé si es posible, porque normalmente si corres con un hypercar, es para toda la temporada", explicó, añadiendo que "BMW tiene muchos pilotos, muchos pilotos jóvenes. Y es una pena, porque me siento bien con el coche y puede ser interesante correr ahí. Pero no sé si ocurrirá el año que viene. De todos modos, también estoy abierto a algunas carreras".
Donde sí se abre una pequeña rendija de esperanza es al otro lado del Atlántico. El equipo WRT, la estructura de confianza de Rossi dirigida por Vincent Vosse, tomará las riendas del programa GTP de BMW en el campeonato IMSA norteamericano.
Las citas de resistencia pura, como Sebring o Petit Le Mans, exigen pilotos extra, y ahí podría estar la clave. "Puede ser una oportunidad, porque el WRT el año que viene también gestionará el IMSA. Así que tal vez sea posible. No lo sé, espero", reconoció el italiano.
Leer también: El autógrafo más raro que ha firmado Dani Pedrosa
Eso sí, los aficionados pueden ir olvidándose de verle en la mítica cita inaugural de Florida este enero. Los plazos se han echado encima para las 24 Horas de Daytona, donde BMW suele alinear cuatro pilotos. "Daytona también está en la lista, porque es una gran carrera de 24 horas", apuntó Rossi, para zanjar el asunto: "Creo que para el año que viene será difícil, porque enero ya está aquí. Pero tal vez en el futuro".

