Álex Márquez cerró la sprint de Valencia con una victoria sólida y una sensación de control que no siempre ha tenido este año. El de Gresini dominó desde la primera vuelta gracias a una lectura fina del circuito y a una gestión calculada del neumático delantero, clave en una tarde más fría de lo previsto. Lo reconoció sin rodeos: aquí no gana el que arriesga más, sino el que menos se equivoca.
"Hoy había que estar ahí al hilo. Este circuito es bastante así, es bastante de no cometer errores y de estar siempre en la línea. Solo me he ido un pelín largo en la dos en una vuelta, pero no he perdido posición. Ahí es donde he intentado tirar y mantener el ritmo. He salido con un poco más de calma de lo normal para guardar un poco de neumático y que no tuviera un drop muy grande, y por eso al final podía mantener muy bien el tiempo y me sentía muy bien encima de la moto", explicó.
La bajada de temperaturas obligó a improvisar sobre la marcha, especialmente con el neumático duro delantero, que no perdonaba excesos: "Es verdad que la temperatura ha cambiado mucho. El aire hacía más fresco de lo normal o de lo que esperábamos, y el delantero era un poco crítico, pero he podido mantener muy bien hasta el final y rodaba un poco… bueno, rodaba con el flow ese que me gusta a mí en pista."
Álex también puso en contexto su momento actual, recuperando sensaciones que se diluyeron en la mitad de la temporada: "Creo que el nivel que perdimos a mitad de temporada es el que hemos vuelto a tener ahora, como a principio de año. Era importante acabar bien el año, ya sin presión, sin pensar en el campeonato, tener esa soltura que teníamos otra vez".
La estrategia también tuvo su peso. Al saber que Bezzecchi apostaba por el soft delantero, el plan cambió al instante: "Cuando me han dicho que la Aprilia, pero sobre todo Bezzecchi, que estaba muy fuerte durante todo el fin de semana, iban con el soft delante, la estrategia era muy clara. Tenías que tenerlos detrás y que subiera la temperatura de su neumático. Por eso he atacado bien en la primera curva, segunda cerrando, y a partir de ahí he intentado hacer mi carrera".
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Con la sprint ganada y el subcampeonato bajo el brazo, Álex mira al domingo con ambición contenida pero sin esconder el objetivo: "Sería bonito ganar mañana. No estaría mal acabar el año con un primer 37 el fin de semana. Es de esos objetivos que están ahí y nunca han acabado de cuadrar. Aquí, es verdad, hoy no me esperaba ganar. Había pilotos más fuertes que yo, pero hemos podido cuadrar una carrera casi perfecta. Mañana hay que intentar dar un pasito en el warm up y a partir de ahí veremos qué pasa. Ojalá poder estar al menos peleando por la victoria."
