
El Panel de Comisarios se ha tomado su tiempo. Ha tenido que pasar mes y medio, 47 días concretamente, para que los Comisarios resuelvan el incidente de la Sprint de Japón. La resolución llega en el peor momento y en el lugar menos esperado: Jorge Martín, que regresa este fin de semana en Valencia, lo hará con una sanción bajo el brazo.
El panel de Comisarios, con Simon Crafar al frente, ha fulminado cualquier esperanza de un retorno tranquilo para el piloto de Aprilia. Deberá ejecutar una doble 'Long Lap Penalty' en la carrera del domingo en el Circuit Ricardo Tormo. El motivo: la maniobra de la primera curva de Motegi que acabó con él y su compañero, Marco Bezzecchi, en la grava.
El caso había quedado en suspenso desde aquella tarde en Japón. La investigación no podía cerrarse sin escuchar al principal implicado, y Martín se encontraba en el dique seco, lidiando con una lesión que ha resultado ser un auténtico calvario. No ha sido hasta esta misma mañana de jueves, en Valencia, cuando el piloto ha podido declarar.
Los Comisarios han sido tajantes, calificando la acción de Martín como "pilotaje irresponsable". Han recalcado que los incidentes en las salidas o en el primer giro son "particularmente peligrosos". Siendo la primera ofensa de este tipo, el reglamento estipula el castigo que ahora deberá cumplir.
Pero la 'long lap' es casi un problema menor comparado con la batalla física que libra el campeón del mundo de 2024. Su reaparición en Valencia pendía de un hilo. La fractura desplazada de clavícula era solo la punta del iceberg. “Entendí de inmediato que la clavícula estaba rota, pero luego, al profundizar en la lesión, fue mucho peor de lo que esperábamos”, confesó Martín este jueves en Valencia.
El optimismo inicial del piloto se desvaneció rápidamente. “El primer día, estaba contando y dije: ‘Quizás en Australia pueda volver’. Así que solo eran dos carreras. Pero luego entendí que la lesión era mucho peor de lo esperado, con ligamentos y músculos”.
El peaje de estas siete semanas de ausencia es enorme. Martín afronta el fin de semana sin un solo kilómetro de entrenamiento en moto. Su inactividad ha sido total para asegurar la recuperación de los tejidos.“Fue bastante duro, incluso estar aquí en Valencia”, admitió. “Todavía no he montado en moto; solo en el scooter del paddock. Así que será una buena prueba mañana volver a subirme a una moto de MotoGP”.
Aunque los médicos del campeonato le dieron el "apto" este jueves para subirse a la Aprilia, el propio Martín pone el freno de mano. El dolor será el juez que dicte sentencia sobre su participación real en el Gran Premio. “Si siento dolor, pararé”, advirtió con rotundidad.
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El Gran Premio, por tanto, se convierte en un costoso trámite. El objetivo real de Martín no está en el domingo, sino dos días después. “Intentaré dar vueltas sin presión, tratar de hacer mis 'long laps' y luego prepararme para el martes, porque será un día importante para probar piezas nuevas y prepararnos para la próxima temporada”.

