
Alex Márquez cerró el Gran Premio de Malasia con una victoria impecable que le valió el subcampeonato de MotoGP 2025 y el título de mejor equipo independiente para Gresini Racing. En Sepang, el pequeño de los Márquez completó un fin de semana casi perfecto, imponiéndose a Pecco Bagnaia (que pinchó, literalmente) y Pedro Acosta tras una carrera en la que controló cada fase con inteligencia y ritmo, firmando además uno de los momentos más emotivos de la temporada.
"Cometí un error este fin de semana. Esperaba que fuera más fácil", reconoció tras la carrera dominical. "Empecé con una caída en la FP1, luego otra en los entrenamientos libres, y la clasificación también fue complicada. Las condiciones de la pista y las sensaciones sobre la moto han cambiado mucho desde los tests de febrero, pero poco a poco conseguimos mejorar. A pesar de ello, no me sentí completamente libre sobre la moto. Ayer logramos terminar segundos en el campeonato, pero sin poder atacar a Pecco. Así que hoy el plan estaba claro. Conseguimos mejorar ligeramente las sensaciones en el calentamiento, y en carrera conseguí adelantar bien a Acosta y Pecco. Fue una carrera casi perfecta", dijo el de Cervera.
Desde que tomó la cabeza, Márquez mantuvo el control: "Sí, ese era el plan, pero sin forzar la rueda trasera. Intenté ser cuidadoso con el gas, y la delantera también fue difícil de controlar. En general, gestionamos bien las dificultades y seguimos el plan en el orden correcto", explicó el piloto del Gresini Racing, que apostó por el neumático blando trasero pese a las altas temperaturas en pista.
"En términos de ritmo no, y tampoco en mojado", justificó sobre la elección. "En este trazado la blanda siempre ha sido la mejor opción, y aunque el desgaste siempre ha sido un problema, por algún motivo con la media era incluso peor. Con la media éramos un segundo más lentos tanto al inicio como al final de carrera, así que no había motivo para arriesgar".
A lo largo del año, Márquez ha demostrado una notable regularidad, aunque reconoce que no fue fácil mantener el nive: "Es difícil, es verdad que a mitad de temporada perdimos un poco el rumbo, especialmente después de la caída en Assen y la lesión. Empiezas a pilotar mal y no consigues forzar la moto ni llevarla como deberías. Hicimos un paso atrás entonces, sufriendo en algunos circuitos como en Motegi. Pero cuando sufres y acabas sexto significa que has dado un paso adelante. La presión no siempre es fácil de gestionar, pero ahora podemos disfrutar las últimas carreras".
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El segundo puesto en el Mundial tiene para él un valor especial: "Tiene un valor similar, sí, es un segundo puesto, pero no es normal. Mi camino en MotoGP no ha sido fácil: empecé bien en 2020 con algunos podios y como rookie en Honda, luego fui a LCR y en 2023 casi me quedo sin asiento. Al final, con un poco de suerte, tuve la oportunidad de ir a Gresini, así que es especial. Claro, soy el primero de los perdedores, pero el ganador es mi hermano, así que es una sensación diferente. Es especial considerando de dónde venimos, así que es un excelente segundo puesto".

