Álex Márquez cerró el sábado en Sepang con una emoción visible. El piloto del Gresini Racing se proclamó subcampeón del mundo tras finalizar segundo en la carrera Sprint del Gran Premio de Malasia, en una jornada que definió como “una de las más intensas” del año... Y ya sigue a su hermano. Es la primera vez en la historia que dos hermanos quedan campeón y subcampeón del mundo en MotoGP.
"No, muy feliz, muy contento de hacer segundo. Era campeón del mundo cuando nadie daba un duro por nosotros y eso nos enorgullece muchísimo. Ha sido una carrera donde me temblaban hasta las pestañas, las cuatro últimas vueltas especialmente... Soy piloto de primeras vueltas, luego ya me he ido largo, se me ha complicado ahí. Pero bien, hay que estar muy feliz, muy contento. Creo que hemos hecho un gran trabajo como equipo", resumió el menor de los Márquez, aún con la adrenalina en el cuerpo.
El piloto de Cervera repasó cómo ha ido creciendo desde su llegada al equipo satélite en 2023 y qué factores han hecho posible su salto adelante esta temporada: "Es el primer año que vine, que entré en 2023, y eso me dio confianza para, a mi manera, ir paso a paso, más cerca cada vez de los top. Lo dije en pretemporada: cuando estás en un equipo satélite con la moto del año anterior, dependes mucho de eso. Si los otros dan un paso adelante, como hicieron el año pasado, se complica muchísimo la historia. Este año hemos tenido la gran suerte de que Ducati ha dado un paso agigantado con la 25, y eso nos ha dado las opciones y las herramientas para ser muy competitivos desde el principio", reconoce.
Márquez también explicó cómo ha vivido el año compartiendo equipo con su hermano y cómo su relación ha sido clave para mantener el equilibrio en los momentos difíciles: "Sabes que un año es muy largo, que siempre hay baches y altibajos. Tener a Marc cerca me da esa ventaja en momentos donde tienes dudas o estás más nervioso. Nos complementamos muy bien y en el deporte no hay secreto: si trabajas, si agachas la cabeza y sigues, los resultados llegan. Lo importante es ser autocrítico, parar, pensar y darle la vuelta. Eso es algo que todos los pilotos deberíamos tener más a menudo".
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Por último, el piloto del Gresini destacó precisamente esa autocrítica como una de sus mayores virtudes: "Yo soy un piloto muy autocrítico conmigo mismo, me sé vender muy poco. Por eso mucha gente a veces no me valora, pero no es engañar a nadie. Hoy he hecho una carrera, estoy en el podio, pero no he pilotado bien, y no tengo problema en decirlo. La moto no estaba al 100%, pero yo podía pilotar mucho mejor. Ese carácter, esa autocrítica, creo que es una virtud y lo que me ha ayudado a llegar hasta aquí".
