El mercado global se llena de motos ligeras que conquistan ventas mes a mes (Triumph Speed 400, Scrambler 400X, Honda GB350 o Royal Enfield Himalayan), y ya no hablamos de las motos chinas que cada vez tienen más presencia (y más ventas en nuestro país y en todo Europa) pero Ducati no piensa seguir ese camino. La marca italiana lo tiene claro: nada de motos pequeñas, ni ahora ni más adelante.
Según ha explicado Giulio Fabbri, jefe de Comunicación de Producto de Ducati, a Motorcycle News, la decisión se tomó hace años: "Nuestros pilares son el estilo, la sofisticación y el rendimiento. Si juntas esos tres factores y quieres hacer una moto pequeña, quedas automáticamente fuera del mercado en precio. Por eso nunca verás una Ducati pequeña", afirmó. Vamos, que no habrá motos pequeñas ni baratas; ni unas ni otras.
La estrategia de Borgo Panigale pasa por mantener la exclusividad incluso en los segmentos medios, como demuestra su gama Scrambler o la nueva 698 Mono, una monocilíndrica de 14.000 euros pensada (según la marca) para acercar a los jóvenes al universo Ducati. Pero con precios que rozan los 10.000 euros en el modelo más básico, no parece precisamente una puerta de entrada asequible.
Fabbri defiende que fabricar motos baratas iría contra la esencia de la marca. "Para ser competitivos en ese mercado, hay que fabricar fuera de Italia. Y para nosotros, el 'Made in Italy' no se negocia: forma parte de nuestra identidad". Aunque Ducati produce para Asia-Pacífico en su planta de Tailandia, el propio Fabbri aclara que no se trata de abaratar costes, sino de evitar impuestos de importación. "Tenemos esa fábrica porque, si no, tendríamos que pagar muchos aranceles. Es la única forma de vender Ducati en esa parte del mundo", explicó.
Sin salirnos de las marcas típicas, mientras tanto, rivales como Triumph, Royal Enfield o Honda están cosechando buenos resultados precisamente con esas motos accesibles y fabricadas en India o Tailandia. Ducati, sin embargo, prefiere mantenerse fiel a su ADN artesanal. Fabbri recuerda que su planta de Borgo Panigale emplea a unas 1.500 personas, llegando a 2.500 en temporada alta, y que "no luchamos por las cifras. No es importante vender muchas motos. Honestamente, tampoco podríamos: nuestra fábrica apenas puede producir algo más de lo que ya hace".
Leer también: Un equipo del WSBK se está pensando dejar Yamaha por la nueva marca china copia de Kawasaki
Está claro que Ducati prefiere seguir siendo una marca de culto antes que una de volumen. Aunque el mercado cambie y las motos pequeñas sigan ganando terreno, en Bolonia no parecen dispuestos a renunciar a su fórmula. Y si eso significa dejar escapar a los nuevos motoristas, que así sea.

