La imagen de la jornada en el paddock del Gran Premio de Indonesia no está en la pista, si no fuera de ella, concretamente dentro del box del Ducati Lenovo Team. Gigi Dall'Igna, director general de Ducati Corse, apareció en el garaje durante los primeros entrenamientos libres del viernes con heridas visibles en la cara y un aparatoso apósito en la nariz, una estampa que desató de inmediato las especulaciones en el circuito y en las redes sociales.
Lejos de verse involucrado en cualquier pelea de bar, la causa de las magulladuras del ingeniero italiano era mucho más festiva, aunque igualmente dolorosa. La propia escudería de Borgo Panigale ha confirmado que Gigi sufrió un accidente el pasado miércoles, mientras festejaba el título de Marc Márquez en la piscina del hotel donde se aloja el equipo. El ingeniero se tiró a la parte menos profunda de cabeza... y se llevó un buen porrazo en la cara.
La fiesta que derivó en el percance tenía su origen en un fin de semana previo simplemente perfecto para la marca en el Gran Premio de Japón. Fue una jornada que el propio Dall'Igna no dudó en calificar de histórica, una "¡alegría absoluta!" como el propio Gigi definió.
"Es todo tan claro, brillante y resplandeciente: un día inolvidable para Ducati", declaraba un exultante Dall'Igna tras la carrera en Motegi. El doblete conseguido en casa de sus máximos rivales históricos -Honda- supuso un golpe de autoridad y una recompensa a meses de trabajo. "El triunfo perfecto con el valor añadido de una emoción final de infarto", añadía.
Para el máximo responsable de la competición en Ducati, la victoria en Japón cerraba un círculo y sanaba las heridas de una temporada de sentimientos encontrados. "Demasiado a menudo este año el destino burlón nos ha servido carreras con epílogos contrapuestos, que iban desde la felicidad de un Marc imparable a la decepción de un Pecco triste y cansado", explicaba Dall'Igna. Aquel domingo, sin embargo, la felicidad fue completa. "Hoy sí que podemos celebrar de verdad, hemos cerrado el círculo en el día más gratificante".
Dall'Igna subrayó la magnitud del hito alcanzado por Marc Márquez: "Nadie ha ganado un campeonato del mundo 6 años después del último laurel, Marc lo hace con 25 victorias y 31 podios en lo que va de temporada, y con un récord absoluto de puntos conseguidos. ¡Una dominación increíble para nuestro súper Campeón del Mundo!".
Pero la celebración no era solo para un piloto. El fin de semana también marcó el regreso triunfal de Pecco Bagnaia, quien, tras superar meses complicados, volvió a lo más alto del podio. "Marc coronó una temporada estratosférica el día que Pecco recuperó por fin toda su competitividad", destacó Dall'Igna, alabando la actuación de su otro piloto: "Pole, récord del circuito, Sprint y carrera del domingo: el fin de semana de una estrella absoluta".
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Con la resaca de la euforia aún presente y las heridas como testimonio físico de la intensidad de la celebración, Dall'Igna ya miraba al siguiente objetivo, no sin antes agradecer a su gente. "Esta es la mejor oportunidad para dar las gracias a las chicas y chicos de Ducati Corse, desde el fondo de mi corazón", afirmó, lanzando el siguiente reto: "¡Nos vemos pronto con el título que aún nos falta, el de equipos, que será todo para ellos!".
