 Por Alfonso Somoza @sukosomoza |
Marc Márquez se ha encontrado con más problemas de lo previsto al cierre del viernes del Gran Premio de Japón. La tercera posición conquistada por el catalán en el tramo final de la sesión de Práctica no refleja, en absoluto, sus sensaciones con la pista nipona, y a la espera de ver cómo evoluciona su pilotaje el sábado, es plenamente consciente de lo difícil que será lograr aquí la victoria, ya sea en la Sprint Race como en la cita del domingo.
Lo primero que ha querido dejar claro el piloto de Cervera es que los nervios por sellar aquí su noveno título mundial no han interferido este viernes en su trabajo: "No estoy nervioso en absoluto, la verdad es que ha sido un viernes complicado porque no tenía las sensaciones que buscaba o que esperaba", arranca Marc su explicación.
"No estoy nervioso por el título", insiste, "pero cuando no estás en la situación que deseas, intentas encontrarla lo más rápido posible y hoy hemos intentado hacerlo demasiado deprisa. Las sensaciones por la mañana no eran perfectas y por la tarde empeoraron", es el resumen que hace de su jornada.
El piloto español salió al FP1 con su moto de los últimos fines de semana, un setting que no terminaba de funcionar bien en Motegi: "Por la mañana salí con la moto de siempre, pero luego intentamos encontrar algo más de lo necesario, resolver todos los problemas de una sola vez. Esto también es una experiencia y la tranquilidad que hay en el box nos ha permitido, a mitad de sesión, recuperar la calma, volver a la base y hacer un final más normal".
La sesión de Práctica estuvo marcada por un aluvión de cambios en la hoja de cronometraje, una lucha titánica por acabar entre los diez primeros que esta vez empezó ante de lo habitual: "Muchos pilotos han montado pronto los neumáticos blandos y la clasificación ha cambiado mucho, pero ha sido un día extraño. Sin contar que al final de la sesión ha habido muchas banderas amarillas, he tenido suerte de dar una vuelta porque en las otras dos me las han mostrado".
Precisamente Marc era uno de los pilotos que, a falta de tres minutos para el final, todavía no se habían colado en el top 10, por eso salió a toda prisa del box con el firme objetivo de establecer un buen tiempo y, de paso, evitar cualquier bandera amarilla que frustrara sus planes: "Me di cuenta, por eso salí inmediatamente de boxes para el segundo intento. Quería estar entre los primeros para evitar las banderas amarillas".
Al piloto del Ducati Lenovo Team le han preguntado si prefiere sellar el título aquí con un cuarto puesto o hacerlo dentro de unos días ganando en Tailandia, y su respuesta no podía ser más clara: "Aquí con el cuarto puesto. Cuando ganas el título, el lunes nadie habla de la posición en la que has terminado la carrera. Es muy difícil ganar el título y la carrera, es cierto que lo he conseguido en el pasado, pero porque mis rivales se habían caído".
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El catalán vigilará de cerca los progresos de su hermano, consciente de que solo necesita sumar tres puntos más que Álex Márquez para anticipar la celebración del título en Motegi: "Prefiero cerrar el campeonato, no importa en qué posición termine. Daré lo mejor de mí como siempre, pero mi batalla no es ganar la carrera. Hay prioridades en la vida, la mía es ganar tres puntos a Alex, luego tendremos tiempo para luchar en los próximos grandes premios".
