.jpg) Javier OrtegaRedactor |
Pecco Bagnaia ha revelado este jueves, en el arranque de la decisiva gira asiática del Mundial de MotoGP, una de sus armas clave para superar la crisis de confianza y resultados de esta temporada: el asesoramiento directo del bicampeón del mundo Casey Stoner. El piloto italiano busca en la experiencia del australiano la solución a unos problemas de pilotaje que los datos de telemetría no han logrado resolver por completo, y después de compartir juntos un tiempo muy valioso durante el último test de Misano, el turinés confía en aprovechar ese impulso para recuperar su competitividad en Japón, la misma pista en la que, en 2024, firmó un doblete de victorias.
La colaboración entre ambos se ha hecho especialmente visible durante los test de Misano, donde Stoner aportó una perspectiva externa crucial para el equipo técnico. "Casey da otro punto de vista", afirmó Bagnaia a su llegada al circuito de Motegi. "Es muy sensible en muchos aspectos, escucharlo es muy útil porque los ingenieros miran los datos y escuchan a los pilotos, pero no nos ven pilotar", explicó Bagnaia.
Esta relación profesional y de confianza no es nueva, pero sí más necesaria que nunca para el piloto de Ducati. “En 2022 empezó a venir al box y siempre se acercaba para hablar conmigo”, recordó. Sin embargo, Bagnaia matiza la importancia del momento actual, lejos del nivel que el propio Pecco ha venido exhibiendo en estas últimas temporadas: "Aquel año no lo necesitaba tanto como en los años siguientes, pero ahora es el mejor momento para tener a alguien como él al lado y lo escucho mucho".
El objetivo de esta alianza es, según Bagnaia, poner fin a la irregularidad que ha marcado la campaña del italiano, quien ha admitido sentirse a merced de la moto en varias carreras. "Siempre tengo la duda, porque este año muchas veces ha pasado que me he encontrado bien en alguna situación y luego algo no ha funcionado", reconoció con cautela.
La prioridad para el Gran Premio de Japón no es una victoria, sino recuperar las sensaciones perdidas: "La única necesidad que tengo en este momento es poder volver a pilotar como en esos test, tener las sensaciones correctas y no sentir que la moto me lleva o correr a la defensiva porque no puedo empujar. Eso ya sería un gran resultado", declaró el piloto turinés.
Con la esperanza puesta en el trabajo realizado, Bagnaia afronta la cita de Motegi, un trazado históricamente favorable para Ducati, con el deseo de confirmar los avances. "Espero de verdad que pueda funcionar también aquí", comentó.
En el fondo de este proceso de recuperación se encuentra también el deseo de volver a competir al más alto nivel contra el claro dominador de la temporada, Marc Márquez. Bagnaia no escatimó elogios hacia su rival, de quien dijo que ha gestionado el campeonato con una superioridad evidente. "En este campeonato Marc no ha tenido rivales porque ha sido el único competitivo y constante", apuntó.
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El desafío final para el italiano es, por tanto, doble: reencontrarse a sí mismo sobre la moto y poder ofrecer una batalla por el título que enriquezca el espectáculo. "Realmente me gustaría estar en mi mejor forma para luchar, creo que sería bonito", sentenció
