.jpg) Javier OrtegaRedactor |
El túnel de San Gotardo, una serpiente de asfalto de casi 17 kilómetros que perfora el corazón de los Alpes, ha sido el escenario de una de las infracciones de tráfico más temerarias que se recuerdan en Suiza. Un acto de imprudencia que le ha costado a su protagonista, un motorista británico de 46 años, la prohibición de volver a conducir en el país helvético... para toda su vida.
La secuencia de los hechos, captada en su totalidad por el sofisticado sistema de videovigilancia del túnel, desafía toda lógica. En un tramo de un solo carril, con tráfico en sentido contrario y una doble línea continua que prohíbe explícitamente cualquier adelantamiento, el motorista inició una carrera frenética en la que rebasó ilegalmente a un total de 47 vehículos que circulaban en su mismo sentido.
Este peligroso eslalon no distinguió entre vehículos ligeros y pesados. Según el informe policial, el hombre adelantó a 45 turismos y a dos camiones de gran tonelaje, una maniobra de un riesgo extremo, especialmente considerando el denso tráfico característico de un fin de semana de finales de agosto.
Pero en la era de la vigilancia total, su periplo no pasó desapercibido. El alocado adelantamiento del motorista activó las alertas en la Central Común de Alarma (CECAL), que monitoriza la seguridad del túnel. De inmediato, se coordinó un dispositivo para interceptar al infractor.
A la salida del túnel, ya en el cantón de Uri, no le esperaba la libertad, sino un comité de bienvenida formado por agentes de la policía cantonal que le dieron el alto de inmediato.
La primera consecuencia ha sido la prohibición de por vida para conducir en territorio suizo. Pero las repercusiones no terminan ahí. El hombre fue denunciado formalmente ante el Ministerio Público, enfrentando cargos por una grave violación de la ley federal de circulación y, de forma significativa, por conducir bajo los efectos del alcohol.
Además del veto en las carreteras, la factura de su imprudencia será considerable. Aunque la cifra final no ha sido confirmada, se estima que la acumulación de multas por cada uno de los 47 adelantamientos ilegales podría elevar la sanción económica a una cifra superior a los 12.500 euros.
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No es la primera vez que el túnel del San Gotardo es testigo de un adelantamiento así de extremo; en 2014, un conductor alemán fue condenado a un año de prisión por realizar diez adelantamientos peligrosos en este mismo túnel.
