.jpg) Javier OrtegaRedactor |
Lo que prometía ser una noche de adrenalina y carreras ilegales por las calles de Miami se convirtió en una pesadilla de película para el conductor de un buggy y sus acompañantes. La aventura terminó con su vehículo estampado contra una valla, rodeados de policías y con las manos en alto, en una escena que pasó de la prepotencia al pánico en cuestión de segundos.
Todo comenzó cuando varios de estos vehículos tipo buggy decidieron que el asfalto era su circuito privado. La policía de Pinecrest acudió a la llamada de los vecinos, pero en lugar de calmarse, uno de los conductores pisó el acelerador y se llevó por delante a un agente, dejándolo con el pie atrapado.
En medio de la tensión, el agente herido llegó a disparar su arma, aunque por suerte no alcanzó a nadie. Lejos de detenerse, el conductor del buggy, un Can-Am Maverick X3 tuneado hasta las cejas, se dio a la fuga, dando inicio a una persecución en la que se acabaron implicando policías de medio condado, desde la oficina del Sheriff de Miami-Dade hasta la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP).
Fue precisamente un agente de la FHP quien se hartó del juego del gato y el ratón. En un vídeo que parece sacado de un videojuego, se ve cómo su coche patrulla se acerca al buggy a toda velocidad y, con una precisión milimétrica, le da un toque en la parte trasera. Esta maniobra, conocida como PIT, es arriesgada de por sí, y hacerlo contra un vehículo tan ligero y alto como un buggy es, como poco, un riesgo.
Pero la jugada salió perfecta. El Can-Am perdió el control y acabó su carrera frenado en seco por una valla. El cambio de actitud de los ocupantes fue instantáneo. De fugitivos desafiantes pasaron a ser sospechosos aterrorizados, levantando las manos y suplicando a los agentes que no abrieran fuego mientras eran rodeados por un enjambre de policías con las armas en alto.
Can-Am Maverick X3 MAX
El protagonista de esta historia tiene nombre y apellidos: Adolfo Denis Jr., de 24 años. Su lista de cargos iniciales asustaba un poco, ya que incluía "intento de asesinato en segundo grado, agresión con agravantes a un oficial y huida y elusión agravadas tras un accidente". Palabras mayores que demuestran lo mal que puede acabar una mala decisión.
Al final, en su primera visita al juzgado, un magistrado le rebajó el cargo más grave a "asalto agravado a un agente", pero le dejó claro que la cosa no era ninguna broma negándole la posibilidad de salir bajo fianza. Así que, de momento, Adolfo Denis Jr. cambiará el asiento de su buggy por una celda. ¿Y el policía herido? Afortunadamente, todo quedó en un gran susto. Fue atendido en el hospital y ya está en casa recuperándose.
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Puedes ver el vídeo de lo ocurrido a continuación:
