.jpg) Javier OrtegaRedactor |
MotoGP volvió vacaciones con una novedad importante: la entrada del nuevo sistema de control de estabilidad, una tecnología que las motos de calle llevan años usando y que ahora aterriza en el campeonato del mundo no sin polémica, con puntos de vista muy diferentes dentro del paddock.
Pilotos como Marc Márquez o Pedro Acosta se mostraron tremendamente críticos con la adopción de esta nueva tecnología que, sobre el papel, se ha introducido en beneficio de la seguridad de los pilotos en un intento por evitar los temidos highsides, las salidas por orejas que, por norma, suelen derivar en lesión.
"Cuantos más elementos se introducen en la moto, en este caso la electrónica, menos puede el piloto marcar la diferencia", comentó Marc en Austria. "Probé ese sistema en el test de Aragón y facilita la conducción. Confías en los controles y la moto lo hace todo. Como piloto, no me gusta. En cuanto a seguridad, cada fabricante tiene una perspectiva diferente", matizó el #93.
Pedro Acosta, por su parte, tampoco ve con buenos ojos este sistema: "Debemos pensar también en dejar de lado todas estas ayudas electrónicas que tenemos en la moto", fueron las palabras del piloto de KTM, que puso como ejemplo lo sucedido con los sistemas de regulación de altura, los mismos que serán eliminados casi en su totalidad a partir de 2027.
Sin embargo, no todos los integrantes de MotoGP son contrarios al control de estabilidad. Pol Espargaró es, posiblemente, uno de los pilotos que más han apoyado su introducción, convencido de que esta tecnología no influye tanto en el pilotaje de la moto.
Para el probador de KTM, esta actualización tecnológica con la que cuentan los prototipos de MotoGP desde la carrera de Brno "no ayuda demasiado al piloto", e insiste en que "simplemente evita este tipo de caídas (por highside), como la que tuve, un highside largo que el control de tracción normal no detecta. ¡Pero el control de estabilidad tampoco lo detectó! Así que, en realidad, fue una buena prueba".
El menor de los Espargaró hace referencia a la volada que protagonizó durante la sesión de Qualifying del Gran Premio de Hungría, cuando su KTM le catapultó por encima en la curva 8, sin que el control de estabilidad pudiera evitarlo:
"Sí, fue de los gordos, no me lo esperaba, porque estamos utilizando este nuevo sistema que detecta las derrapadas", manifestó el #44.
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"Es algo que ya se utiliza en las motos de calle. MotoGP ha tardado demasiado en utilizarlo, sinceramente", declaró un Pol que está dispuesto a seguir perfeccionando esta tecnología en beneficio de sus compañeros: "Por eso estoy aquí, para probar. También probé el lado oscuro de este control. Así que veamos si podemos mejorarlo para los chicos".
