Son muchas las expectativas generadas respecto al famoso motor V4 que desde Yamaha han estado desarrollando por parte de Andrea Dovizioso y Augusto Fernández. Con el crono corriendo en su contra y con la mirada puesta en la primera prueba de fuego, que será el fin de semana del Gran Premio de San Marino, Fabio Quartararo cuenta los días para subirse a su M1 y sacar por fin conclusiones sobre el rendimiento del motor.
Será el lunes 15 de septiembre, cita en la que se disputará el test oficial en Misano, donde el galo podrá disfrutar del rendimiento de un motor que según ha indicado Augusto Fernández tras el test de Brno, “no está en pleno rendimiento, no nos da toda la potencia”, por lo que podría estar más cerca de lo que se intuye inicialmente.
Quartararo prefiere mantenerse cauto, aunque ya ha apuntado que se ha marcado una meta en cuanto al tiempo por vuelta para empezar a considerar que es un buen motor: “Creo que si lo pruebo y estoy a menos de medio segundo de mi tiempo de vuelta, será un buen paso, porque será la primera vez que lo use”.
En ese sentido, no descarta que veamos en breves, a poder ser en 2026, la M1 con el V4, afirmando que por el momento necesitan sacar conclusiones, pero es evidente que necesitan un cambio de dinámica: “Depende de lo buena que sea nuestra moto con el V4, pero para mi necesitamos un cambio y también sería una idea para nosotros ver dónde está la moto”
Haciendo autocrítica, como es habitual en él, no le ha temblado el pulso para indicar que en Yamaha han gestionado mal los tiempos en cuanto al desarrollo del motor, afirmando que debería haberlo probado mucho antes: “Tengo la sensación de que teníamos que probar el nuevo motor antes, pero no soy yo quien elige”.
El compañero de equipo de Alex Rins, ha asegurado que la clave de todo se encuentra en el motor, algo que le está lastrando esta temporada para conseguir buenos resultados: “Para ser sincero, para mi (el rendimiento del motor) es uno de los (aspectos) más importantes. Ya ves lo difícil que es adelantar ahora en MotoGP. Si no tienes el motor para preparar un adelantamiento, no puedes hacer nada”.
Por ello, ha indicado que de nada sirve tener una moto rápida si tiene un motor que no está a la altura de lo que él pide, puesto que eso supondría tomar más riesgos de los necesarios para poder adelantar al resto de pilotos: “Aunque la moto sea rápida, necesito una moto que sea capaz de luchar durante la carrera. Si no tengo la máxima potencia, no será moto de batalla”, concluía Fabio Quartararo.
En Yamaha empezarán a sacar conclusiones con el wild card de Augusto Fernández en el trazado de Misano, donde se espera que se pueda medir cuerpo a cuerpo con el resto de marcas. Los japoneses se mantienen cautos, pero están confiados en que están realizando un buen trabajo con un motor que supone un cambio radical en su filosofía.