Bruno Sánchez.jpg) Redactor |
Toprak Razgatlioglu, bicampeón del mundo de WorldSBK, decidió aprovechar el parón de verano para cambiar las dos ruedas por las cuatro, demostrando que su talento no entiende de vehículos. El asfalto del Infierno Verde de Nürburgring fue testigo de una intensa jornada de velocidad en la que Toprak, lejos de relajarse, apretó al máximo y nos dejó algunos momentos de mucha adrenalina.
El piloto turco se puso a los mandos de un BMW M2 para exprimir al máximo sus prestaciones. La jornada, que prometía ser una simple tanda para disfrutar, pronto se convirtió en un duelo de alta velocidad cuando un Porsche GT3 RS apareció en el horizonte, un rival formidable para el deportivo de Múnich.
Con la competitividad corriendo por sus venas, Razgatlıoğlu no dudó en iniciar una persecución, consciente de la diferencia entre ambos vehículos. En un momento del vídeo que documenta la hazaña, se escucha a su acompañante decir: "Delante hay un GT3 RS. Nosotros vamos en un M2", una frase con la que intenta avisar a Toprak del reto que supone superar al Porsche.
El coche con el que el piloto turco se adentró en el circuito alemán es un BMW M2 de última generación. Esta máquina está equipada con un motor de 3.0 litros biturbo de seis cilindros en línea que entrega 473 CV de potencia, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas cuatro segundos y alcanzar una velocidad máxima de 285 km/h con el paquete M.
El Nürburgring Nordschleife, con sus más de 20 kilómetros y 150 curvas, es un circuito que no perdona errores. La pericia de Toprak fue puesta a prueba en cada curva y cada frenada, analizando el comportamiento del piloto que le precedía. En varias ocasiones, se puede apreciar su sorpresa ante las maniobras del Porsche, llegando a exclamar con cierta frustración: "Mira, mira, está frenando. ¿Por qué frenas?".
El momento de máxima tensión e incredulidad llegó en una de las secciones más complejas del trazado, donde la destreza de Razgatlıoğlu salió a la luz. Tras una maniobra espectacular en la que el coche se deslizó de costado, su acompañante, atónito, solo pudo gritar: "No eres humano".
Tras la intensa batalla en la pista, el propio Toprak admitió el enorme desgaste físico y mental que supone dominar una máquina así en un circuito tan exigente. Al finalizar la experiencia, con la adrenalina todavía a flor de piel, confesó a la cámara su estado con una simple pero elocuente frase: "Amigos, estoy destrozado".
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No te pierdas el vídeo de Toprak conduciendo a fuego por el Infierno Verde en el siguiente vídeo:
