.jpg) Javier OrtegaRedactor |
El asfalto del Red Bull Ring de Austria fue testigo este viernes de una de las imágenes más paradójicas de la jornada. Jorge Martín, en pleno proceso de aclimatación a su nueva Aprilia RS-GP25, se iba al suelo en los primeros compases de la sesión de Práctica. Sin embargo, lo que para cualquier piloto habría sido un contratiempo frustrante, para el madrileño se convirtió en una inesperada liberación, un peso que se quitaba de encima tras meses sin un percance de este tipo.
El incidente ocurrió en la curva 9, un viraje rápido que no perdona errores. Martín perdió el control de su montura y acabó en la grava. Afortunadamente, se levantó por su propio pie, sin consecuencias físicas, pero con una sensación que sorprendió a todos. Lejos de lamentarse, el piloto confesó que el accidente le había servido para romper una barrera psicológica que arrastraba desde su grave caída en Losail.
"Ha sido mi primera caída después de la de Qatar, también ha sido un alivio", declaraba Martín con una sinceridad aplastante. El piloto admitió que la incertidumbre sobre cómo reaccionaría su cuerpo a un impacto era una preocupación latente. "Tenía hasta miedo de, cuando explotara el airbag por primera vez, a ver si las costillas se iban a resentir, pero ha ido perfecto, aunque ha sido una caída".
A pesar del alivio personal, el percance tuvo un coste material considerable. La moto quedó seriamente dañada, obligando al equipo a un trabajo extra para repararla. "La moto, lo siento por el equipo, porque se ha destrozado y tienen trabajo hoy. Pero es como quitarse un peso, ya me he caído y estoy al 100%", explicó, asumiendo la responsabilidad y agradeciendo el esfuerzo de sus mecánicos.
El resto de la sesión se convirtió en un desafío mayúsculo. Con su moto de confianza fuera de juego, tuvo que salir a pista con la segunda RS-GP, que presentaba una configuración radicalmente distinta. "Está claro que no me ha ayudado, porque tenía dos motos completamente diferentes. Esa era mi moto de base, digamos, y he tenido que salir con la otra", detalló el madrileño.
A FAST crash already for @88jorgemartin 🫢
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) August 15, 2025
The most important part is that he got up and walked away 👍#AustrianGP 🇦🇹 pic.twitter.com/hk0FFzSkmj
Esta situación comprometió por completo sus sensaciones sobre el trazado austriaco. La falta de confianza con la moto de repuesto, especialmente en las frenadas, le impidió rodar al límite. "No tenía confianza, me costaba encontrar mucho el feeling frenando. Y así ha sido en la última vuelta, que venía para meterme séptimo u octavo, y me he ido largo en esa curva porque no quería irme al suelo", lamentó, explicando el motivo de su 16ª posición final.
Martín enmarca este viernes agridulce como una parada más en su largo camino de adaptación a la Aprilia. El piloto reconoce que aún no se siente completamente fusionado con su nueva máquina. "Es parte del proceso, estoy lejos de mi setting base, siento que no es mi moto, no la conozco al 100%", afirmó, pidiendo paciencia y subrayando la necesidad de acumular kilómetros y experiencia.
Entre sus prioridades para encontrar el rendimiento deseado, destaca la ergonomía y el tren delantero. "¿Prioridades? La posición, aún no me encuentro del todo cómodo con la posición. Y pilotar una moto sobre la que no estoy cómodo, me cuesta. Y luego esa confianza de delante, que me cuesta. Veo a otros pilotos de Aprilia que pueden exprimir más ese punto", analizó con detalle.
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La jornada concluyó con un Jorge Martín obligado a pasar por la Q1 del sábado, mientras su gran rival, Marc Márquez, dominaba la tabla de tiempos. Un día de contrastes que, sin embargo, el de San Sebastián de los Reyes afronta con una nueva perspectiva: ya sin el miedo a caerse, cada vuelta será un paso más para hacer suya la RS-GP25. "Seguro que para mañana daremos otro pasito y me encontraré mejor".
