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 Por John Fernández@johnnyfumi |
Jorge Lorenzo ha vuelto a abrirse en canal en una extensa entrevista concedida al programa MigBabol, dirigido por Andrea Migno y publicado por el medio italiano MOW. Durante más de una hora de conversación, el tricampeón del mundo en MotoGP repasó su trayectoria, sus rivales, sus obsesiones y hasta su nueva vida en Dubái.
Entre las muchas anécdotas que dejó, una de las más curiosas fue su experiencia en el famoso Rancho de Valentino Rossi: “También me invitó al Rancho, y fue muy divertido. Me dieron una moto, sin entrenamiento ni nada más. Fue difícil porque la pista era peligrosa, pero lo importante era divertirse, y yo me divertí”, acepta.
La escena resume a la perfección el tono de la entrevista: un Lorenzo relajado, reflexivo, alejado de los focos pero todavía con esa actitud orgullosa y perfeccionista que marcó su carrera. Reconoció que, aunque nunca fue un apasionado de las motos en sí, sí vivió obsesionado con ganar: “No echo de menos las motos, echo de menos ganar”, sentenció, explicando cómo entrenaba hasta ocho horas al día en sus años más intensos, y cómo ese nivel de exigencia también le llevó a sentirse agotado.
Sobre su compleja relación con Valentino Rossi, Lorenzo fue claro: “Éramos súper competitivos, un auténtico gallinero con dos gallos de batalla”, recordó. Sin embargo, con el tiempo, la rivalidad dio paso a una relación más cordial, prosiguió: “Cuanto más nos distanciábamos, más fuerte se hacía nuestro vínculo”, explicó, señalando que su etapa conjunta en Yamaha fue tan intensa que no dejaba espacio para la amistad, pero que después, ya en equipos distintos, las cosas mejoraron.
Lorenzo también dedicó palabras a otros grandes nombres de su generación: elogió la sensibilidad de Dani Pedrosa, la intuición de Casey Stoner y el talento físico de Marc Márquez, de quien llegó a decir que “ya pueden empezar a escribir su nombre en el trofeo” del Mundial 2025. Sobre Simoncelli, recordó que fue su rival más duro: “Era como el gorila de Mario Kart. Muy agresivo. En esa época no nos llevábamos bien, pero me habría gustado conocerlo mejor fuera de la pista”.
La entrevista también sirvió para repasar los momentos clave de su carrera. Desde su debut con apenas once años, cuando se quedó a solo tres segundos de Alzamora en un test en Cartagena, hasta su decisión de cambiar el dorsal 48 por el 99, inspirado por futbolistas como Antonio Cassano. También reveló que alquiló el circuito de Montmeló solo para practicar salidas con una Yamaha R1, quemando embragues a propósito hasta dominar esa fase crítica de la carrera. “Nadie ha salido como Jorge Lorenzo”, dijo.
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Actualmente, Lorenzo vive en Dubái, donde disfruta de sus coches y, según confiesa, pisa muy poco las motos. Asegura que ya no siente lo mismo si no hay una victoria en juego: “Cuando no hay nada que ganar, para mí es una pérdida de tiempo”, afirma.
