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"Voy a seguir en Aprilia en 2026", con esta contundente frase, Jorge Martín despejaba cualquier duda sobre su futuro durante la rueda de prensa que el vigente campeón de MotoGP ofreció en Brno este pasado sábado. Este cambio de rumbo, fruto del lío judicial que habría supuesto romper su contrato con los de Noale, también fue un alivio para otro piloto que, de algún modo u otro, estaba a la espera de saber qué pasaría con el futuro de Martín para conocer su propio destino en 2026.
Ese piloto no es otro que Luca Marini, compañero de equipo de Joan Mir en el HRC Castrol Team. A diferencia del balear, el italiano no tiene cerrado su contrato con Honda para 2026, una renovación que Alberto Puig ha ido dilatando hasta conocer la situación real de un Jorge Martín que ayer reconocía haber tenido "más opciones" además de la que le ofrecía HRC para el próximo año.
Con Martín bloqueado, parece poco probable que Honda saque a Luca Marini de su estructura la próxima campaña. En Italia se rumoreaba que el hermano de Valentino Rossi habría sido degradado al equipo satélite Idemitsu LCR en 2026 de haber llegado Martín a la escudería oficial, ocupando el asiento de un Somkiat Chantra que lo está pasando realmente mal en su primer año en MotoGP.
Sin embargo, ahora Marini puede respirar tranquilo. En Brno, el piloto de Urbino se mostró tranquilo frente a la prensa cuando le preguntaron por su futuro junto a Honda, asegurando que "siempre hemos estado cerca de saberlo" y destacando que, gracias a su buena relación con Alberto Puig, estuvo informado en todo momento de la situación respecto a Jorge Martín.
"Hemos hablado a menudo de los detalles", aclaró Marini este pasado jueves. "Tengo una excelente relación tanto con Puig como con el equipo japonés. Siempre hemos sabido cuál sería el futuro para la próxima temporada, así que es cuestión de tiempo, pero por ahora estamos contentos".
Marini aterrizó en Honda en 2024, en el último año de patrocinio por parte de Repsol. El italiano se bajó de una Ducati muy competitiva para ponerse a los mandos de la peor moto de la parrilla, la RC213V, la misma de la que Marc Márquez acabó harto. En su año de debut con los japoneses, Luca solo pudo sumar 14 puntos y acabó el año como el peor piloto dentro de la estructura de Honda en MotoGP, con una decepcionante 22ª plaza.
Este año, con mejores sensaciones sobre la RC213V, Luca vio truncada su progresión a finales del mes de mayo, cuando un grave accidente sobre la Fireblade de las 8 Horas de Suzuka le dejó con diversas fracturas, apartándole de las carreras de Aragón, Mugello y Assen para regresar en Alemania, donde paradójicamente completó uno de sus mejores fines de semana en lo que va de temporada.
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Según ha declarado Lucio Cecchinello, Honda discutirá la formación de sus equipos de MotoGP durante las 8 Horas de Suzuka que tendrán lugar el próximo 3 de agosto, y será entonces cuando posiblemente lleguen los anuncios oficiales sobre qué pilotos competirán para la firma del ala dorada en MotoGP la próxima campaña.