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Seguro que alguna vez has visto la imagen o incluso el vídeo de una gigantesca moto Kawasaki de 4,2 litros de cilindrada y 48 cilindros. Su creador, Simon Whitelock, es un ingeniero británico apasionado por los motores de dos tiempos que, desde 1985, se dedica a crear motos tan singulares como únicas en su garaje, y hoy hemos sabido que una de sus criaturas está a la venta en Japón.
Aunque no tiene los 48 cilindros de la bautizada como Tinker Toy, la Kawasaki KH 606 que Whitelock creó en 1999 también es una moto capaz de quitarle el hipo a cualquiera. Para dar vida a esta moto tan peculiar, Simon necesitó un total de seis motores de origen Kawasaki KH 250, una moto muy popular en el Reino Unido durante la década de los 70 por sus prestaciones.
En esencia, la KH 250 estaba propulsada por un motor de tres cilindros y dos tiempos, cubicaba 249 cc y estaba refrigerado por aire. Entregaba una potencia de 26 cv a 7.000 vueltas, lo que unido a su bajo peso para la época -menos de 160 kilos- la convertían en una moto divertida para los jóvenes.
Para Simon Whitelock, el motor de la KH 250 encajaba a la perfección dentro de su proyecto de crear una moto siete cilindros en línea; tras visitar varios desguaces, juntó en su garaje un total de seis motores, los desguazó, y acabó creando un único bloque de 606 cc soldando un total de siete cilindros -con sus respectivos carburadores- en una línea perfecta.
El embrague se cambió por el de una Kawasaki KH 500, más robusto que el del modelo de 250 cc, y tuvo que recurrir a un alternador de gran capacidad heredado de un coche para transformar toda la energía mecánica del motor en electricidad. Su potencia final nunca ha sido desvelada por Simon, aunque los cálculos hablan de unos teóricos 60 cv, más o menos los mismos que daba una KH 500, aunque con más rabia y mala leche.
Si algo llama la atención de esta KH 606 es, además de su ancho e imponente motor, su sistema de escape totalmente artesanal. Como buen motor dos tiempos, cada cilindro tiene su propia salida de escape directa, y eso implica un total de siete colectores con panza y sus respectivos silenciosos, cuatro ubicados en un lateral, y tres en el otro.
Como es lógico, el motor de siete cilindros no entraba dentro del chasis original de la KH 250. Eso obligó a Simon a ensancharlo en su garaje para dar cabida a este monstruo dos tiempos, y también tuvo que modificar el depósito de combustible dándole más anchura (10 centímetros extra) para encajar en el nuevo chasis.
Tal y como comentaba al inicio de la noticia, esta KH 606 ha vuelto a hacerse famosa tras aparecer en un portal de subastas japonés. Sus propietarios actuales reconocen que, posiblemente, sea "la moto más loca que hay en Japón" en este momento, y explican que necesitaron "tres días de conversaciones con su dueño inglés" para convencerle de su venta.
"La moto está en perfecto estado, es rapidísima y la parte delantera despega del suelo", reza el anuncio, dejando claro que esta Kawasaki no es un mero elemento decorativo para un salón o un garaje: es una moto que, con sus siete cilindros en perfecto orden de marcha, debe disfrutarse en carretera.
¿Cuánto piden por ella? Bueno, la cifra no es baja: 12 millones de yenes de precio de apertura, lo que al cambio supone desembolsar cerca de 74.000 euros por tener en tu garaje la única moto Kawasaki con un propulsor de siete cilindros en línea que, además, arranca a la primera. La subasta estará activa hasta el 21 de julio en la web Buyee.jp.
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Y qué mejor que un vídeo para escuchar su sinfonía: