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Con la corona del Mundial de Superbikes en juego, el bicampeón del mundo Álvaro Bautista ha sembrado un mar de dudas sobre si prestará su ayuda a su compañero de equipo, Nicolò Bulega, en su encarnizado duelo contra el turco Toprak Razgatlioglu.
La tensión se ha disparado tras la última cita en Donington Park, donde un imperial Razgatlioglu arrebató por primera vez en la temporada el liderato del campeonato a Bulega. La diferencia es mínima, apenas cuatro puntos, pero el golpe moral y la demostración de fuerza del piloto de BMW han encendido todas las alarmas en la escudería italiana, que ahora se enfrenta a un crucial Gran Premio de Hungría en el nuevo circuito de Balaton Park.
En este escenario de máxima presión, la figura del veterano campeón español emerge como una pieza clave. Su experiencia y velocidad podrían ser determinantes para restar puntos a Razgatlioglu y allanar el camino a Bulega. Sin embargo, cuando se le pregunta directamente si asumirá el rol de escudero, la respuesta de Bautista es un laberinto de incertidumbre y estrategia.
"No lo sé", confesó el piloto de Talavera de la Reina al cierre de la cita de Donington Park, dejando perplejos a los presentes. Sus palabras abren una grieta en la aparente unidad del equipo. "Tengo mis razones para ayudarlo y algunas razones para no hacerlo", añadió, sugiriendo que la decisión no está tomada y que obedece a factores que van más allá de la simple lealtad de marca. El misterio está servido.
Lejos de despejar las dudas, Bautista se recreó en la ambigüedad, aplazando cualquier veredicto. "Quizás en las próximas dos semanas decidiré si le ayudo o no. Quién sabe", comentó con una sonrisa enigmática. Este aplazamiento añade una capa de intriga a la próxima cita en Hungría, donde las acciones del español serán observadas con lupa desde el primer entrenamiento.
Parte de su dilema reside en sus propias aspiraciones. El español no se da por vencido en su lucha personal por el podio del campeonato y sus objetivos no siempre convergen con los de su compañero. "¡Exactamente! Tengo que terminar las carreras lo más adelante posible", afirmó con rotundidad, recordando a todos que su enfoque principal sigue siendo su propio rendimiento en la pista... y la búsqueda de un buen asiento para 2026.
Además, Bautista arrastra un profundo descontento con el reglamento técnico actual, una frustración que se ha convertido en el telón de fondo de su temporada. Se siente directamente perjudicado por la norma del peso mínimo conjunto entre piloto y moto, una regulación que, según él, adultera la competición y le impide luchar en igualdad de condiciones.
"El problema es cuando se penaliza al piloto y no a la moto", argumentó con vehemencia. Para el español, la situación es insostenible y le genera una sensación de agravio. "Luchar con ellos ahora es injusto, porque no estoy en la misma situación que ellos".
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Su crítica fue aún más allá, calificando la normativa de forma tajante. "Si quitaran esta estúpida regla, que no tiene ningún sentido, quizás ahora veríamos a tres pilotos luchando por la victoria en lugar de a dos", sentenció, dejando claro que se ve con potencial para estar en la pelea directa con Bulega y Razgatlioglu si no fuera por lo que considera un lastre artificial.