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Apenas once días después de pasar por el quirófano para operarse de una fractura en la mano, Álex Márquez no solo ha competido en uno de los circuitos más exigentes del calendario, sino que lo ha hecho para subir al segundo escalón del podio. Una gesta heroica que él mismo, en un alarde de humildad, ha querido poner en perspectiva: "Estamos en una situación en la que no deberíamos estar... son los pilotos oficiales los que deberían estar aquí".
La carrera del Gran Premio de Alemania fue una auténtica batalla de supervivencia. En un día en el que hasta ocho pilotos acabaron por los suelos, muchos de ellos en la traicionera curva 1, Álex Márquez supo jugar sus cartas con una inteligencia y una madurez extraordinarias.
Lejos de arriesgar más de la cuenta, el de Cervera gestionó su mermada condición física para mantenerse en la lucha y, cuando sus rivales fueron cayendo, supo pescar en río revuelto para asegurarse un resultado que sabe a victoria.
Paradójicamente, el propio piloto cree que su lesión fue, en cierto modo, una ventaja en una carrera tan caótica. "Seguramente hoy la lesión me ha ayudado a no caerme, honestamente", ha confesado con una sinceridad aplastante al micrófono de DAZN. "He visto que delante de nosotros se caían dos pilotos, y luego he visto en la clasificación que solo hemos acabado 10. Ha sido complicado, ahí te das cuenta de que cometer un error es cosa de un momento".
El esfuerzo, sin embargo, fue titánico. Álex ha admitido haber sufrido mucho en la parte final de la carrera. "No ha sido un fin de semana fácil, a diez vueltas para el final estaba muy agarrotado en el lado izquierdo, iba muy rígido, no podía ayudar a que la moto girara y tuviera más grip", ha explicado. A pesar de todo, el resultado ha hecho que todo el sufrimiento valga la pena: "Pero todas estas horas para hacer que esto (el dedo) soldara, han valido la pena. Ahora a seguir y ver cuánto podemos mejorar de aquí a Brno".
La gesta de Álex no se entiende sin analizar su fortaleza mental. A pesar del dolor, el piloto tomó una decisión clave junto a su equipo: afrontar el fin de semana como si nada hubiera pasado. "Esta semana he estado pendiente y hablando con el equipo, le dije a mi técnico 'sí, estoy lesionado, pero vamos a hacer como que no pasa nada'", ha revelado. "Yo sé que estoy lesionado, por eso me paso siete horas al día en el fisio, pero técnicamente nos vamos a preparar para dar el máximo'. Esto me ayudó a desconectar y no pensar tanto en la lesión".
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— MotoGP™🏁 (@MotoGP) July 13, 2025
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Un trabajo mental en el que el apoyo de su entorno ha sido fundamental. "También han estado mi pareja, mi hermano, Jose... todos los que estaban en casa me han ayudado", ha agradecido.
Este increíble segundo puesto no entraba en los planes de nadie, ni siquiera en los suyos. "Acabar hoy segundo no entraba en absoluto en mis planes", ha admitido. "Venía con la idea de perder los menos puntos posibles con Pecco, sobre todo intentar consolidar esa segunda posición, y salgo de aquí con seis puntos más que él. Eso es algo que me pone muy feliz".
A pesar de su éxito y de su sólida segunda posición en el mundial, Álex mantiene los pies en el suelo con una humildad que le honra. "Estamos en una situación en la que no deberíamos estar, no estamos aquí por accidente, hemos hecho las cosas bien, pero son los pilotos oficiales los que deberían estar aquí", ha afirmado, en un claro reconocimiento a la teórica superioridad de las motos de fábrica. "Hay que mantener esa posición, no me cierro a nada, pero soy realista, ser segundos es casi como una victoria".
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Incluso ha tenido tiempo para bromear sobre la enorme ventaja que su hermano Marc tiene en el campeonato. Al ser preguntado por la desconfianza de Marc sobre su colchón de más de 80 puntos, Álex ha respondido con una sonrisa: "Pues se la cambio entonces si no se fía, que esté él 80 por detrás. Yo sí me fiaría con 80 puntos por delante".
