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Mugello fue, una vez más, un escenario de locura para los tifosi. Más de 160.000 espectadores llenaron el circuito toscano esperando un triunfo tricolor. Pero la historia se escribió con otro protagonista: Marc Márquez, que en su temporada de redención con Ducati, se comió a todos. Incluido a Pecco Bagnaia, que corrió en casa, pero terminó saliendo por la puerta de atrás... sin podio, sin respuestas y con más dudas que certezas.
El fin de semana arrancó con esperanzas para Bagnaia, que parecía haber recuperado el temple. Pero la carrera fue otra cosa. Michele Pirro, probador oficial de Ducati y testigo de excepción desde el box, lo resumió así en una entrevista con GPone.com: “Él va fuerte en frenada y cuando está delante tiene una constancia increíble… es un martillo”. Y sí, Bagnaia fue un martillo... durante las cinco primeras vueltas.
La película cambió en cuanto los hermanos Márquez se metieron en el ajo. Pecco lideraba, pero Marc y Álex lo acechaban sin piedad. “Esta claro que cuando te peleas con los dos Márquez, que también quieren estar delante, es fácil que estalle una batalla así. Fueron cinco vueltas increíbles”, dijo Pirro, aún con la adrenalina del espectáculo vivido.
Bagnaia acabó cayendo en su propio juego. “Probablemente al inicio gastó neumáticos y energía física, pero al no poder hacer los adelantamientos, tuvo que recalcular todo”, explicó Pirro. El resultado: Fabio Di Giannantonio le quitó el podio a dos vueltas del final y Pecco cruzó la meta cuarto, desfondado y con la mirada perdida.
En la rueda de prensa posterior, el campeón de 2022 y 2023 no se mordió la lengua: “Tenemos un problema y nadie me explica qué pasa… no puedo pilotar como siempre”. Y añadió que, si la situación no se arregla, se despide de la lucha por el Mundial.
Pirro, por su parte, quitó hierro al asunto de las diferencias técnicas entre la GP25 y la GP24, en un intento de frenar la avalancha de críticas: “Los medios exageran más las diferencias entre las motos. Algunas cosas cambian, pero las diferencias son mínimas. En 2024 podrían haber sido relevantes, pero ahora no lo son, y no porque no lo intentáramos, sino porque era complicado mejorar el paquete anterior. Lo que falta es ese mix que le devuelva su mejor forma”.
Añadió además que el problema de Pecco no está en la moto, sino en que ahora “se enfrenta al piloto más fuerte de la historia, que está afrontando este duelo con tranquilidad, y eso le facilita las cosas”.
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Así que sí, el GP de Italia fue para Marc Márquez, seguido por su hermano Álex y por un Di Giannantonio que no dejó escapar la oportunidad. Pecco, cuarto, se quedó mirando el podio desde abajo, como quien mira un tren que ya ha partido.
