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Pecco Bagnaia volvió a chocar de frente con su mayor obstáculo este 2025: la Ducati GP25. En Mugello, su trazado fetiche, el bicampeón del mundo arrancó con la garra que se le espera, plantando cara a los hermanos Márquez en un duelo que parecía devolverle su versión más temible. Pero fue un espejismo. A medida que la carrera avanzaba, su rendimiento volvió a caer, la moto se volvió incontrolable y Pecco fue perdiendo terreno hasta quedarse fuera del podio. Fue cuarto, superado por Di Giannantonio en las últimas vueltas y dejando escapar de nuevo la oportunidad de recortar puntos al líder.
El #63 empezó con intención, metiéndole la moto a Marc en la segunda curva. Resistió las primeras embestidas y volvió al frente en la cuarta vuelta, pero su ritmo fue cayendo en cuanto el tren delantero dejó de responder. Mugello debía ser un impulso en su campeonato, pero terminó siendo otra estación de frustración.
En la clasificación general, Bagnaia se mantiene tercero con 160 puntos, a 110 del líder Marc Márquez y 70 por detrás de Álex Márquez. Su margen de maniobra se reduce, y la sensación de estancamiento técnico empieza a hacer mella.
“Siempre he llevado la moto haciendo lo que he querido, mientras que este año estoy a merced de lo que me pida”, confesó Pecco. “Cada vez que intento imponer mi propio estilo, me abandona enseguida. Y es una limitación que después de nueve carreras todavía no hemos resuelto”.
Bagnaia no esconde su incomodidad con el comportamiento del tren delantero: “Si freno completamente lateralmente, me voy largo porque la parte trasera no ayuda. Si freno con las ruedas alineadas, se cierra delante. No tengo un punto medio ideal. Tengo que frenarla muy recto y esperar haber reducido lo suficiente”.
Sobre las diferencias con años anteriores, fue directo: “Incluso en 2023, cuando las sensaciones no eran las mejores, tenía un tren delantero extremadamente estable. Este año, sin embargo, esa estabilidad ya no está. Se mueve mucho y no hay forma de frenarla”.
En Mugello, intentó resistir como pudo: “Lo hice todo, pero cuando intenté ir más allá, poniéndome delante, me arriesgué a caerme en la última curva. Mientras tenga un poco de apoyo delante, puedo ser rápido. Pero en cuanto baja un poco, hago lo mismo que todo el año”.
Y ante las comparaciones inevitables con Márquez, dejó entrever una crítica velada al enfoque técnico de Ducati: “Marc tiene una forma muy subviradora de entrar en las curvas. No digo que lo busque, pero le ayuda a girar. Aprieta mucho con el codo, la rodilla y el gas, y lo controla todo. Yo, que siempre he pilotado con la rueda delantera, lo sufro mucho más”.
El contraste es evidente, y la pregunta se repite: ¿se construyó esta GP25 pensando en Marc? “No sé si se hizo para él, pero a él le gusta el subviraje. A mí me cuesta mucho más. Yo también me pregunto por qué, si técnicamente es similar a la del año pasado, el rendimiento es tan distinto”.
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Pecco lo resume sin rodeos: “Aunque lo intento, no hay salida. Otra vez he tenido una carrera en la que estuve allí, mirando a los dos primeros. Sé que puedo ganar carreras, pero este año, o al menos hasta ahora, nunca he tenido la oportunidad de luchar hasta el final”.