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El Gran Premio de Italia dejó a Honda con más preguntas que respuestas, especialmente tras el paso de Joan Mir por Mugello. El piloto mallorquín fue el mejor clasificado entre las motos japonesas, terminando undécimo en la carrera del domingo, pero lejos, muy lejos, del ganador Marc Márquez, de quien le separaron casi 23 segundos al cruzar la meta.
El fin de semana ya se presentaba cuesta arriba desde el inicio. “Dije el viernes que el fin de semana sería duro, y tenía razón”, resumió Mir con un punto de resignación. Durante los entrenamientos y el sprint del sábado, el equipo probó configuraciones diferentes, incluyendo un tipo de basculante completamente nuevo que finalmente descartaron para el domingo. “Hoy he corrido con algo que ya conocía desde el viernes. Más que nada, se trataba de entender qué camino tomar, tanto para mí como para los ingenieros”, explicó, destacando el carácter experimental de su paso por Mugello.
Aunque los puntos del sprint se esfumaron, el piloto oficial de Honda valoró positivamente la carrera larga. “Con lo que teníamos, hemos hecho una carrera sólida. El equipo ha hecho un gran trabajo”, reconoció. Sin embargo, salir desde la sexta fila de parrilla tampoco ayudó en su remontada.
Uno de los grandes dolores de cabeza fue, sin duda, la falta de velocidad punta. “En la recta perdemos casi tres décimas por vuelta, y eso es mucho”, lamentó Mir, visiblemente preocupado por la desventaja en las zonas rápidas del trazado italiano. Aun así, haber completado la carrera sin incidentes fue, para él, un pequeño triunfo en medio del panorama adverso. “En el peor escenario posible, hemos terminado la carrera. No está mal”.
El mallorquín también apuntó al principal problema de la RC213V durante el fin de semana: la falta de agarre en el tren trasero, especialmente crítica a la hora de acelerar. Es ahí donde Honda necesita poner el foco, y donde él espera que lleguen mejoras cuanto antes. En ese sentido, ya piensa en la próxima cita del calendario. “En Assen espero que Honda traiga piezas nuevas”, comentó con la mirada puesta en los Países Bajos.
Por otro lado, la presencia de Takaaki Nakagami como sustituto de Luca Marini no aportó demasiada información útil al desarrollo de la moto, algo que Mir comprendió sin reproches. “Taka se centró por completo en su propio rendimiento este fin de semana. No estaba en el rol de probador, y eso fue lo correcto”, señaló con tono sereno.
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Con los mismos puntos que Álex Rins y compartiendo la decimoséptima posición en la general, Mir sigue buscando luz al final del túnel. En Mugello, su trabajo fue más de supervivencia que de lucha, pero cada pequeño paso cuenta en la reconstrucción de una Honda que, por ahora, no encuentra el rumbo.
