 Por John Fernández | Foto: Michelin@johnnyfumi |
Álex Márquez firmó en Mugello una de sus actuaciones más sólidas del año, aún sin ganar. Inteligente, estratégico y preciso, el pequeño de los Márquez no solo fue capaz de seguir el ritmo infernal de su hermano Marc y de Pecco Bagnaia, sino que además se colocó por delante del vigente campeón del mundo en uno de los escenarios más hostiles para un equipo independiente como el Gresini. Supo esperar, eligió el momento exacto para atacar y se llevó una segunda plaza que sabe a victoria.
El #73 fue el único capaz de aguantar la rueda de su hermano en un trazado que, a priori, favorecía a las motos oficiales de Ducati. Álex no cometió errores y ejecutó su plan al milímetro: esperar, gestionar y rematar cuando Bagnaia se desdibujó. Sólo Di Giannantonio logró arrebatarle el podio, pero ya era demasiado tarde. Segundo en meta, por delante de Pecco y de nuevo como el rival más cercano al líder del campeonato.
Y es que con este resultado, Álex Márquez se mantiene segundo en la clasificación general y a solo 40 de su hermano Marc. El catalán sigue siendo el primero de los equipos independientes y mantiene vivo su sueño de pelear por el Mundial, incluso desde fuera de la estructura oficial de Ducati.
"Casi perfecta. Perfecta sería ganar, pero sí, contento de este fin de semana", decía Álex al terminar la carrera. "Antes de venir sabía que estar delante de las motos rojas aquí sería difícil. Siempre tienen un poquito más y aquí es donde aprietan todo. Pero hemos estado al menos delante de una, y cerca de Marc".
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Reconocía que este era uno de esos circuitos donde esperaba recortar puntos, y no fue así: "Ha hecho un trabajo mejor que nosotros. Las curvas donde él perdía mucho, normalmente, ha conseguido con esta moto ser rápido y camuflarlo un poco".
Sobre su estrategia, fue claro: "Cuando vi la pelea entre Marc y Pecco no me metí. Dije: 'Tirar neumático ahora no sirve de nada, espera'. Y así fue. Cuando en la 15 se pusieron en paralelo, cogí un buen rebufo. Era muy difícil colocarme en paralelo si no. En la tres dije: ‘Vale, ahora tira’. Al final le he pagado un poco y casi me pilla Di Gia, pero esa era mi estrategia".
Álex también quiso recordar el contexto en el que compite: "No olvido que estamos en un equipo independiente, con una moto del año pasado. Ellos llevan las oficiales, siempre tendrán algo más. Nosotros con lo que tenemos un buen paquete, pero hay carreras donde estamos más limitados".
Sobre su situación en el campeonato, tiene claro su objetivo: "Siempre he querido estar a menos de una carrera. Siempre lo he dicho. Mientras esté a menos de 37 o 38 puntos, estaré. Y hoy me voy tranquilo a casa, como en todas las carreras. He dado mi 100%, he controlado bien los límites y he llevado a casa el máximo que teníamos".
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No esconde el respeto por su hermano: "No hay que copiar. Marc es Marc, ocho veces campeón del mundo. No es fácil ganarle y será muy difícil. Pero el día que tengamos la oportunidad, como en Silverstone, en Jerez o en Austin, que la desaprovechamos, intentaremos ganar". Y mientras tanto, siguen viviendo una situación insólita: "Compartimos motorhome, nos echamos la siesta juntos... Es muy bonito lo que estamos viviendo. No hay que obviar lo que es histórico. Tenemos que seguir disfrutándolo".
