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Jonathan Rea, seis veces campeón del mundo de Superbikes, vive una etapa incierta con Yamaha tras un 2024 plagado de dificultades. A mitad de temporada, y con un rendimiento lejos del esperado, el norirlandés ha dejado claro que su continuidad dependerá de lo que ocurra en las próximas semanas: si no aparece una oportunidad interesante, no descarta alejarse de los circuitos. “Estoy preparado para quedarme en casa”, afirmó sin rodeos en una charla con Speedweek.com.
La historia de Rea con Yamaha comenzó como una apuesta ambiciosa. Tras romper su contrato con Kawasaki un año antes de lo previsto, se incorporó al equipo oficial de Iwata para reemplazar a Toprak Razgatlioglu, quien había fichado por BMW. Sin embargo, el cambio de aires no trajo los resultados esperados. En su primer año completo con Yamaha, Rea cayó hasta la 13ª posición del campeonato, su peor clasificación desde que llegó al mundial en 2009. Solo pisó el podio una vez, en la carrera sprint de Donington, y firmó la pole en Assen bajo condiciones cambiantes.
La pretemporada 2025 pareció prometer un renacer, pero una lesión en el pie izquierdo durante los test le dejó fuera de juego para las tres primeras rondas del año. Reapareció en mayo en Cremona, donde no logró puntuar, y en Most apenas sumó algunos puntos sin estar completamente recuperado. “Quiero recuperar la confianza con la Yamaha R1, como la que tuve durante el invierno. Entonces era competitivo y sentía que podía luchar por el podio”, explicó el piloto.
Su frustración con el entorno técnico también es evidente. “No consigo tener el mejor feeling con la Yamaha, y me frustra que la gente que me rodea no pueda ayudarme a encontrarlo. Estamos haciendo progresos, pero es una situación extraña”, admitió Rea. Aunque reconoce que puede mejorar su rendimiento personal, también señala que la moto no está aún al nivel de los mejores. “Yamaha no ha sido el referente en los últimos años, pero siempre ha intentado serlo. Yo no soy capaz, por ahora, de llevar la moto donde merece estar”.
Con 38 años, Rea no oculta que se encuentra en un punto clave de su carrera. “No quiero terminar mi carrera en un momento bajo. Quiero ser competitivo”, aseguró. Con los asientos más deseados ya ocupados por pilotos como Toprak, Bulega o Locatelli, el norirlandés sabe que su margen de maniobra es reducido. “No estoy involucrado en nada de lo que se está moviendo respecto al futuro. Antes era uno de los primeros dominós en caer, ahora ya no tengo esa prioridad”, lamentó.
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La próxima cita en Misano, y sobre todo su carrera en casa en Donington Park a mediados de julio, serán decisivas para su futuro inmediato. “Mi idea es tomar una decisión después de Donington. Si no surge nada emocionante, estoy preparado para quedarme en casa. Pero antes quiero saber cuán competitivo puedo ser con esta moto y con este equipo”, explicó. “Para mí es una tarea pendiente”.
