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Lo que parecía una lucha contrarreloj para mantenerse a flote ha terminado en lo inevitable: CCM Motorcycles, uno de los nombres más emblemáticos del motociclismo británico, ha sido puesta en administración. Así lo confirmó la propia empresa el pasado 2 de junio a través de sus canales oficiales, señalando que el grupo inversor Pitalia Capital, propietario de la marca desde 2021, tomó la decisión tras meses de dificultades.
“Tristes noticias para el motociclismo británico. CCM Motorcycles ha sido puesta en administración por Pitalia Group”, publicó la compañía en su perfil de Facebook, cerrando una etapa iniciada en 1971 con la fundación de Clews Competition Machines por el piloto y técnico Alan Clews.
La publicación reconocía la incertidumbre del momento y enviaba un mensaje de apoyo a todos los implicados: “Una marca legendaria de la industria motociclista británica, conocida por sus motos artesanales e innovación audaz, ahora afronta tiempos inciertos. Nuestro apoyo a los trabajadores, ingenieros y seguidores de la marca. Esperamos que este no sea el final del camino para CCM”.
La situación no ha sido repentina. Ya en marzo de este año, el propio director general, Jason Broome, reconocía que el equipo se había reducido drásticamente a tan solo 12 empleados, una cifra que contrastaba con la plantilla de más de 50 personas que tenían hasta hace poco. “El año pasado no fue el mejor para los concesionarios”, admitió entonces Broome. “Uno de nuestros socios principales cerró, lo que tuvo un efecto bastante negativo”.
Ese socio era Completely Motorbikes, que cerró en octubre de 2024. Su desaparición dejó a CCM con solo ocho puntos de distribución en Reino Unido y obligó a la marca a recomprar unidades no vendidas, una situación insostenible para una firma de su tamaño. Las cifras también lo reflejan: si en años anteriores producían unas 300 unidades anuales, en 2024 apenas llegaron a las 150.
CCM Street Moto, desde 11.800 euros
A principios de 2025, en un intento por atraer nuevos clientes, CCM lanzó su primera campaña de financiación sin intereses, aplicable a modelos como la Roadster, Bobber, Maverick, Tracker y Street Moto. “¿Ha funcionado la financiación al 0%? Sí, puedo decir que ha tenido éxito. ¿Ha vendido más motos que las compras directas? No”, explicó Broome en su momento. La medida sirvió para abrir la puerta a clientes con menor liquidez, pero no logró revertir la tendencia.
Por si fuera poco, el modelo con el que pretendían dar un salto importante, la Project X —una adventure bike presentada en el Motorcycle Live de Birmingham en noviembre de 2024—, tuvo que ser cancelado. Aunque llegaron a aceptar depósitos de clientes con la promesa de entregas en verano de 2025, finalmente se devolvió el dinero ante la imposibilidad de continuar con el desarrollo.
El futuro inmediato de CCM es una incógnita. Lo único que ha trascendido es un comunicado de un portavoz de la marca que resume la situación: “Es un momento difícil para todos los implicados: nuestro equipo, nuestros fieles clientes y toda la comunidad CCM que nos ha apoyado durante años. Estamos orgullosos de las motos que hemos construido y del legado que hemos compartido con tantos. Queremos dar las gracias sinceramente a todos los que han formado parte de este viaje”.
El caso de CCM se suma al de Mutt Motorcycles, que también entró en administración este año. Dos marcas británicas independientes, con propuestas muy distintas pero una misma conclusión: el complicado contexto económico y comercial está dejando sin oxígeno a los fabricantes pequeños.
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Además de CCM Motorcycles, otras cinco empresas asociadas al grupo han entrado formalmente en administración, incluyendo Clews & Sons. La noticia representa un nuevo mazazo para la industria motociclista británica, ya muy mermada en los últimos años.