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Un golpe de suerte —o mejor dicho, un golpe de tecnología— ha permitido recuperar cuatro motocicletas robadas justo a tiempo, cuando ya estaban embaladas y listas para ser enviadas fuera del país. Gracias al rastreador BikeTrac instalado en una Yamaha Ténéré 700, la policía pudo intervenir a tiempo en un almacén de Birmingham y frustrar lo que parecía una operación de robo por encargo.
Las motos, todas de alta gama y prácticamente nuevas, fueron sustraídas a más de 160 kilómetros del lugar donde finalmente se localizaron, en la zona sur de Londres. El botín estaba compuesto por tres Yamaha (una Ténéré 700, una XSR700 y una MT-07), además de una Honda que aún no ha sido identificada. Su destino final sigue siendo un misterio, pero las autoridades sospechan que se trataba de una red organizada que roba motos bajo pedido para exportarlas o desguazarlas.
El papel protagonista en esta recuperación lo ha jugado el dispositivo BikeTrac, y más concretamente, su tecnología de Radiofrecuencia (RF), que complementa al habitual GPS. La precisión milimétrica del RF fue clave para que los agentes pudieran actuar de inmediato, como explicó Bill Taylor, fundador y director general de BikeTrac, al portal Motorcyclenews.com: “Rastreamos un vehículo hasta una dirección. Cuando la policía llegó, se encontraron con cuatro cajas de madera junto a un almacén”.
Taylor detalló que, sin el uso de la tecnología RF, la policía habría necesitado una orden judicial para acceder al inmueble, algo que no habría sido posible en tan poco tiempo. “Sin el RF, la policía habría tenido que conseguir una orden, y probablemente no habrían llegado a tiempo. Con el RF, pudimos mostrar exactamente dónde estaba la moto”, señaló.
Aunque el GPS suele ser suficiente en la mayoría de los casos, la radiofrecuencia marca la diferencia cuando se trata de ubicaciones precisas en interiores o zonas donde la señal satelital es débil. “La mayoría del tiempo el GPS funciona bien, pero hay momentos en los que necesitamos algo más, y eso es lo que ofrece el RF”, añadió Taylor.
El rastreador no evita que las motos sean robadas, pero sí aumenta significativamente las posibilidades de recuperación. Según datos de BikeTrac, su tasa de éxito se sitúa entre el 92% y el 94%, una cifra que da un poco de esperanza en medio del creciente problema de robos de motos en Reino Unido.
En cuanto a las marcas más codiciadas por los ladrones, Yamaha parece estar en el punto de mira. “Parece que son muy fáciles de arrancar con dispositivos que se pueden conseguir fácilmente y a bajo coste en internet”, advirtió Taylor. “La MT-07 y la MT-09 están especialmente solicitadas, y por lo que hemos visto hoy, parece que se están desmontando para piezas o directamente enviándolas fuera del país”.
El procedimiento de recuperación del sistema BikeTrac es directo: cuando el dispositivo detecta un movimiento sospechoso, envía un aviso por mensaje de texto y correo electrónico al propietario. Al mismo tiempo, el Centro de Operaciones Seguras de la empresa contacta telefónicamente para confirmar el robo. Una vez verificado, se activa el protocolo de emergencia en colaboración con la policía local, quienes son guiados directamente al lugar donde se encuentra el vehículo.
Eso sí, si te estás preguntando cómo hacerte con uno de estos dispositivos, la empresa aclara que no vende directamente al público. La instalación debe hacerse a través de distribuidores autorizados, quienes se encargan de montar el sistema de forma oculta y comprobar que todo funciona correctamente antes de activar el servicio.
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Su precio arranca en 230 euros más el coste de la instalación, y posteriormente es necesario abonar una mensualidad de siete euros para mantener el servicio de aviso y alerta.