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Honda se ha sacado de la chistera una tecnología que ya está dando de qué hablar, y mucho: el E-Clutch. Lo estrenaron hace unos meses en sus renovadas CB650R y CBR650R y, aunque algunos puristas ya estén arqueando la ceja, os digo una cosa: esto es una auténtica revolución para muchos de nosotros.
Pero antes de que os lancéis a los comentarios, dejadme que os explique un poco de qué va este invento. Imaginad que cogéis lo mejor de un quickshifter, la suavidad de un embrague manual bien usado y la inteligencia de su famoso DCT (Doble Embrague), lo metéis todo en una coctelera con un par de motores eléctricos que pesan solo 2 kilitos y ¡voilà! Tenéis el E-Clutch.
Básicamente, la moto se encarga de la gestión del embrague por ti en las salidas, las paradas y al cambiar de marcha. Sí, has oído bien, ¡puedes olvidarte de la maneta izquierda en la mayoría de situaciones! Pero ojo, que si te entra la nostalgia o te apetece marcarte un "manual mode", la maneta sigue ahí, lista para la acción. Honda dice que si la usas por encima de ciertas revoluciones, el sistema se reactiva en menos de un segundo. ¡Magia!
Ahora, vamos al meollo, a lo que de verdad nos interesa a los que vivimos el día a día sobre dos ruedas o disfrutamos de una buena ruta el fin de semana. ¿Qué ventajas reales nos trae este E-Clutch? Pues he estado dándole vueltas y, más allá de la novedad, he encontrado cuatro puntazos que creo que os van a convencer, o al menos, os harán pensar.
¡Tu embrague (y tu bolsillo) te lo agradecerán! Adiós al desgaste prematuro
Seamos sinceros, ¿cuántos de nosotros no hemos "frito" un embrague alguna vez, especialmente si somos de los que usamos la moto para todo? El trajín diario por la ciudad, ese constante arranca-para en los semáforos, las salidas en cuesta con el paquete detrás, las maniobras a baja velocidad buscando sitio para aparcar... todo eso es veneno para un embrague convencional si no somos unos maestros de la maneta. Ese puntito de fricción para que no se cale, ese medio embrague para filtrar entre coches... son pequeñas acciones que, sumadas día tras día, acaban pasando factura. Y una factura que, como bien sabéis, no suele ser barata. Discos de embrague, muelles, mano de obra... ¡un pico!
Aquí es donde el E-Clutch de Honda entra como un superhéroe. Al ser un sistema controlado electrónicamente, la gestión del acople y desacople del embrague es siempre óptima. La centralita analiza mil parámetros por segundo (velocidad, ángulo del acelerador, revoluciones, presión en la palanca de cambio, ¡hasta el ángulo del engranaje reductor del motor del embrague!) para que el proceso sea suave, preciso y, sobre todo, eficiente. Esto significa que se minimiza el deslizamiento innecesario de los discos, se evitan esos tirones por soltar la maneta demasiado rápido o el sufrimiento del motor por un mal acople.
¿El resultado a largo plazo? Un desgaste muchísimo menor de los componentes del embrague. Es como tener a un piloto profesional gestionando tu embrague cada milisegundo. Así que, aunque de entrada la opción del E-Clutch suponga un pequeño extra en el precio de la moto, a la larga, ese ahorro en mantenimientos, en cambios prematuros de embrague, y en la tranquilidad de saber que tu máquina está siendo cuidada electrónicamente, puede compensar con creces. Sobre todo para los que hacemos un uso intensivo y urbano de nuestra compañera de dos ruedas. ¡Menos visitas al taller por este motivo siempre son buenas noticias!
Rodar sin dolor: un respiro para las manos con problemas articulares
Este punto me toca de cerca, porque todos conocemos a alguien, o quizás seamos nosotros mismos, que sufre con la maneta del embrague. Hablo de esos valientes que no renuncian a la pasión de las dos ruedas a pesar de tener problemas crónicos en las articulaciones de las manos. Pensad en compañeros con artritis reumatoide, que les provoca inflamación y dolor en los dedos y muñecas; o con artrosis, ese desgaste del cartílago que hace que cada movimiento de la maneta sea una pequeña tortura. Ni hablar del síndrome del túnel carpiano, tan común hoy en día, que puede hacer que la simple presión continuada sea insoportable, o de secuelas de antiguas lesiones, como fracturas mal curadas o tendinitis persistentes.
Para todas estas personas, el accionamiento repetitivo de un embrague mecánico, especialmente en ciudad o en rutas largas con muchos cambios, puede convertirse en un verdadero suplicio, hasta el punto de tener que dejar la moto aparcada más de lo deseado o, en el peor de los casos, renunciar a ella. Y aquí es donde el E-Clutch de Honda se presenta no como una simple comodidad, sino como una auténtica bendición. Al eliminar la necesidad de usar la maneta para arrancar, parar o cambiar de marcha, la tensión y el esfuerzo sobre la mano izquierda desaparecen casi por completo.
Imagina poder disfrutar de un paseo por tu ciudad favorita, o de esa ruta de montaña que tanto te gusta, sin que el dolor en la muñeca o los dedos te esté recordando constantemente que quizás deberías haberte quedado en casa. El E-Clutch democratiza la experiencia motera, haciéndola mucho más accesible y placentera para un espectro más amplio de aficionados. Y lo mejor de todo, como decíamos antes, es que la maneta sigue ahí. Si un día te sientes con fuerzas, o simplemente te apetece sentir el control total de forma tradicional en un tramo concreto, puedes usarla sin problemas. Pero para el día a día, para esos momentos en los que las articulaciones protestan, saber que la moto se encarga de esa tarea por ti, es un alivio impagable.
Concentración pura en el asfalto: cuando la electrónica te deja pensar solo en pilotar
Vale, quizás pienses que esto del embrague automático es para novatos o para los que no quieren "complicaciones". Pero déjame decirte que, incluso para los que nos gusta sentirnos pilotos de MotoGP en cada curva (aunque sea yendo a por el pan), el E-Clutch tiene un as en la manga muy interesante, especialmente si hablamos de conducción deportiva.
Cuando vas "al ataque" en tu carretera de curvas favorita o te marcas unas tandas en circuito (recordemos que estas Honda 650 son motos muy capaces y divertidas), cada milisegundo cuenta, y tu cerebro está procesando una cantidad ingente de información: la trazada, el punto de frenada, la inclinación, el estado del asfalto, el gas... En esos momentos, tener que coordinar a la perfección el accionamiento del embrague con el cambio de marchas, especialmente en reducciones fuertes o al salir de curvas lentas, añade una capa de complejidad que puede robarte una valiosa capacidad de concentración. ¿Cuántas veces has pensado más en no fallar la reducción que en clavar el vértice?
Aquí el E-Clutch se convierte en tu mejor aliado. Al gestionar de forma autónoma y ultra-rápida todo el proceso de embrague y desembrague, te libera de esa tarea. Y es que no es solo la rapidez, similar a la de un buen quickshifter (que también usa elementos de esta tecnología), sino la suavidad y la precisión. El sistema, al controlar también el encendido y la inyección de gasolina durante el cambio, consigue transiciones sin brusquedades en cualquier situación, eliminando el impacto del cambio
Esto significa que puedes centrar toda tu atención en lo que realmente importa en conducción deportiva: elegir la trazada correcta, modular la frenada con precisión milimétrica, abrir gas en el momento justo y sentir cómo la moto trabaja debajo de ti. La electrónica se encarga del "trabajo sucio" del embrague, permitiéndote exprimir al máximo tus habilidades y las de la moto con una mayor fluidez y concentración. Menos cosas en las que pensar se traduce, a menudo, en ir más rápido y, sobre todo, más seguro y disfrutando más del pilotaje puro y duro.
Un Ángel Guardián electrónico: más seguridad, menos sustos
Y llegamos al cuarto punto, que para mí es uno de los más importantes, porque la seguridad siempre debería ser lo primero. Un embrague manual, por muy acostumbrados que estemos a él, tiene ciertos riesgos inherentes, especialmente si somos pilotos con menos experiencia, estamos cansados o nos enfrentamos a una situación imprevista.
¿A quién no se le ha calado la moto alguna vez al salir de un semáforo, justo cuando el de atrás te está metiendo prisa con el claxon? Ese momento de pánico, el motor ahogado, el tener que volver a arrancar con los nervios a flor de piel... El E-Clutch elimina de raíz este problema. Honda lo dice claro: "elimina la posibilidad de que el motor se cale cuando está en funcionamiento, proporcionando comodidad extra y tranquilidad en conducción urbana con frecuentes salidas y paradas". ¡Bendita tranquilidad!
Pero hay más. ¿Qué me dices de esos bloqueos de rueda trasera al reducir marchas bruscamente y soltar el embrague de golpe, especialmente en superficies con poca adherencia? O, por el contrario, ¿ese caballito inesperado y peligroso al salir de una curva lenta si se te va la mano con el gas y el embrague al mismo tiempo? Son situaciones que pueden acabar en un buen susto o, peor aún, en una caída.
Al ser controlado electrónicamente y tener en cuenta múltiples parámetros del motor y la transmisión, el E-Clutch gestiona el acople y desacople del embrague de una forma mucho más progresiva y segura de lo que a veces nuestras manos (o nuestros pies, en el caso del cambio) pueden hacerlo en un momento de apuro o despiste. Evita esas brusquedades, esos errores de coordinación que pueden desestabilizar la moto. Esto no solo aporta una enorme confianza a los pilotos que están empezando, sino que también puede ser un salvavidas para los más experimentados en situaciones límite o cuando la fatiga empieza a hacer mella.
Incluso, el sistema es tan inteligente que recomienda al piloto reducir marcha (mediante un símbolo en el cuadro de instrumentos) si detecta que la motocicleta va en una marcha larga a una cierta velocidad. Pequeños detalles que suman en pro de una conducción más segura y eficiente.
Conclusión: ¿el futuro ya está aquí?
El Honda E-Clutch no es un simple capricho tecnológico. Es una evolución inteligente y bien pensada que ataca directamente algunos de los inconvenientes históricos del embrague manual, ofreciendo ventajas tangibles en durabilidad, comodidad, concentración en el pilotaje y, muy importante, seguridad. Y todo ello sin renunciar al control total si así lo deseamos, ya que la maneta sigue operativa y el sistema se puede incluso desconectar.
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Modelos como la CB650R y la CBR650R han sido los primeros en beneficiarse de este avance, pero algo me dice que esto es solo el principio. Honda ha abierto una puerta muy interesante, y estoy convencido de que veremos cómo esta tecnología se expande y perfecciona. ¿Significa el fin del embrague manual tal y como lo conocemos? Probablemente no a corto plazo, pero sí es un paso firme hacia un futuro donde la electrónica nos hace la vida más fácil y segura sobre dos ruedas, permitiéndonos disfrutar aún más de lo que de verdad importa: la pura sensación de libertad que solo una moto puede dar.