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En la cima de su resurgimiento y liderando con autoridad el Mundial de MotoGP en esta temporada 2025, Marc Márquez no oculta su ambición más profunda y el número que resuena con fuerza en su mente: nueve. El piloto de Cervera, en una reciente entrevista concedida a la BBC, ha confesado abiertamente que su próximo gran objetivo es alcanzar la novena corona mundial, una cifra que no solo marcaría otro hito en su ya legendaria carrera, sino que le permitiría igualar el icónico récord de títulos de Valentino Rossi.
Para el actual líder del campeonato, que aventaja en 24 puntos a su hermano y más inmediato perseguidor, Álex Márquez, a falta de 15 carreras, el número nueve no es una cifra cualquiera. "Por supuesto que nueve es un número que me gustaría alcanzar porque es el siguiente número en mi carrera y lo intentaremos", afirmó Márquez, para luego añadir el componente que añade una capa extra de significado a esta meta: "Y es verdad que igualaría a Valentino Rossi en campeonatos".
Este objetivo llega en un momento de madurez y evolución para el piloto español. Atrás quedó el joven impetuoso que revolucionó MotoGP con su estilo agresivo. Ahora, con 32 años y tras superar un calvario de lesiones, Márquez reconoce que ha tenido que adaptar su enfoque para seguir siendo competitivo frente a una nueva hornada de talentos. "Cuando llegué a MotoGP luchaba contra grandes nombres - Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Valentino Rossi. La principal diferencia entre cuando llegué a MotoGP y ahora es que ahora estoy luchando contra los talentos más jóvenes que llegan de Moto2 y son súper competitivos", explicó.
Recuerda que fue él quien "introdujo el codo y un nuevo estilo de pilotaje y ahora, cuando llegan los pilotos más jóvenes, introducen otra cosa, así que necesito adaptarme".
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Una de las transformaciones más notables en el 'nuevo' Marc Márquez es su mayor conciencia sobre la seguridad y la gestión de los riesgos, una lección aprendida a base de duros golpes. "Pienso más en la seguridad e intento calcular más los riesgos; en uno de los puntos más fuertes y más débiles de mi carrera era difícil ver el riesgo", admitió el ocho veces campeón del mundo. "Hace diez años, yo era como 'mi cuerpo es solo para pilotar una moto, no me importa, estoy en forma y me recuperaré', pero ahora entiendo que recuperarse de algunas lesiones es súper difícil".
La lucha por este anhelado noveno título tiene un componente único y especial esta temporada: su principal rival es su propio hermano, Álex Márquez, quien compite para el equipo Gresini Ducati. "Estamos viviendo un sueño. Estamos primero y segundo en el campeonato juntos", confesó Marc, revelando una simpática anécdota familiar: "Mi madre apoya más a Álex, pero siempre bromeando porque nos dice, 'tú ya tienes suficiente, déjale ganar a él'".
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A pesar de la rivalidad directa por el campeonato, la relación entre los hermanos Márquez se ha fortalecido, convirtiéndose en un apoyo mutuo. "Ahora estamos súper unidos porque sabemos que yo puedo ayudarle y él puede ayudarme. Y queremos lo mejor el uno para el otro", aseguró el piloto del equipo oficial Ducati.
