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Miles de aficionados disfrutaron el pasado fin de semana en el Sachsenring de un auténtico festival de dos tiempos con el Yamaha Racing Heritage Club (YRHC) como gran protagonista. La marca japonesa celebró en el mítico trazado alemán sus 70 años de historia con una exhibición inolvidable que reunió más de 80 motos de competición y leyendas como Steve Baker y Carlos Checa, que encendieron la pasión de los seguidores que abarrotaron las gradas.
En la décima edición del ADAC Sachsenring Classic, Yamaha convirtió el paddock en un museo viviente de su legado en los Grandes Premios. Modelos históricos como las TD-1B, TR-2 y TR-3 compartieron espacio con las míticas YZR250, YZR500 y YZR750 que marcaron una era en el Mundial de Motociclismo. Muchas de ellas no solo se expusieron, sino que también rugieron en pista a lo largo del fin de semana gracias a los miembros del YRHC, encargados de su restauración y mantenimiento.
Uno de los momentos más esperados fue la aparición en pista de Steve Baker, el primer campeón del mundo estadounidense de velocidad. Baker se subió a la YZR750 0W31, la misma con la que conquistó las 200 Millas de Daytona en 1977 y el título del Mundial de Fórmula 750 ese mismo año. Además, los aficionados pudieron ver en acción la TZ250 con la que también venció en la Daytona 100, completando así un homenaje a uno de los nombres más importantes en la historia de Yamaha.
Pero si hubo un piloto que acaparó el protagonismo, ese fue Carlos Checa. El español volvió a pilotar en Sachsenring una réplica exacta de la YZR500 0WL6 con la que logró subir al podio en el Gran Premio de Alemania de 2001. Aquella carrera se recuerda como uno de los días más gloriosos de Yamaha en la categoría reina, con Max Biaggi, Checa, Shinya Nakano y Norifumi Abe copando las cuatro primeras posiciones.
La moto que devolvió a Checa a la pista ha sido restaurada por los especialistas Alex Arletti y Carlo Mattarozzi, quienes se encargaron de que el modelo luciera exactamente igual que en aquel histórico podio de hace 24 años.
Durante todo el evento, tanto Baker como Checa participaron en firmas de autógrafos y encuentros con los fans, quienes pudieron acercarse a sus ídolos y compartir su pasión por Yamaha. La jornada del sábado concluyó con una gran barbacoa en el paddock, donde los miembros del YRHC intercambiaron anécdotas, conocimientos técnicos y su amor por las dos ruedas.
Uno de los instantes más emotivos del fin de semana se vivió cuando Olivier Prévost, presidente y CEO de Yamaha Motor Europe, entregó a Steve Baker un Certificado de Mérito en reconocimiento a su trayectoria y su papel como embajador de la marca.
Otra de las joyas del evento fue el regreso a la pista del TD-2B de 1971 pilotado por Graham Read, hijo del legendario Phil Read, el piloto más laureado de Yamaha en cuanto a títulos mundiales se refiere. La moto, restaurada por el miembro del YRHC Pater Abelmann, volvió a rodar en Sachsenring, el circuito donde su padre logró un podio en su camino al título de 250cc aquel año. Junto a esta, también se pudo ver en acción la YZ635 con la que Jarno Saarinen firmó su recordada victoria en 1972 en este mismo trazado.
El evento sirvió además para recordar que en 2025 Yamaha celebra siete décadas desde su primera victoria en competición, conseguida en el ascenso al Monte Fuji con la YA-1, apenas diez días después de la fundación de la compañía. Desde entonces, la firma japonesa ha construido una trayectoria llena de éxitos en disciplinas como la velocidad, el motocross, la resistencia y los rallys.
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Te dejamos con un vídeo de cinco minutos que recoge los mejores momentos de este encuentro histórico en Sachsenring: