![]() Síguenos en WhatsApp |
Pecco Bagnaia ha explotado públicamente tras un Gran Premio de Francia para olvidar. El bicampeón del mundo de MotoGP ha lanzado un mensaje contundente a Ducati al término de un fin de semana negro en Le Mans, en el que se fue al suelo en la carrera al sprint y acabó en la grava en el gran premio tras ser derribado por su ex-compañero de equipo, Enea Bastianini.
El #63 de la parrilla no oculta su frustración por la falta de sensaciones con la Desmosedici GP25, un problema que, según reconoce, arrastra desde que comenzó la temporada y que ya ha alcanzado su punto más crítico. “Esto es algo que mi equipo tiene que explicarme, tienen que darme algo más”, ha declarado al portal oficial de MotoGP, dejando claro que, pese al esfuerzo del equipo, la situación no mejora. “Sé que están intentando todo para ayudarme, pero después de seis fines de semana de carreras no estamos encontrando las soluciones”.
Bagnaia insiste en que no recibe ningún tipo de información de la moto, lo que le impide comprender el límite y gestionar el pilotaje. “Ahora mismo mi sensación es muy mala en la moto porque no siento nada, no recibo ningún feedback”, ha afirmado. “Puedo hacer vueltas rápidas o rodar cuatro segundos más lento: mi moto me da la misma respuesta”.
El piloto de Ducati describe una situación insostenible que le está llevando al límite de su paciencia y que, por primera vez en su carrera, le deja sin referencias claras de dónde está el límite de la moto. “Hoy hemos tocado fondo, así que mejorar a partir de aquí es más fácil. Necesitamos encontrar la solución lo antes posible, pero es algo que ahora mismo es difícil de encontrar”, ha añadido.
En Le Mans, Bagnaia profundizó en el problema que arrastra desde el inicio de curso. “Es una situación incómoda, nada serena y sobre todo difícil de aceptar por mi parte, porque estoy acostumbrado a otra cosa”, ha reconocido. “No tengo confianza, a pesar de que la Ducati siempre ha sido una moto que ofrecía mucha información, ahora ya no tengo esas sensaciones y ese es el mayor límite”.
Sobre cómo afronta cada carrera, Bagnaia ha dejado claro que su esfuerzo no se puede poner en cuestión, aunque la moto no le responda. “Yo doy siempre el 100%, en todas las situaciones. El problema es que con esta moto puedo hacer la vuelta rápida de carrera, ir cinco segundos más lento o caerme y tener las mismas sensaciones. Es la primera vez que me pasa”, ha lamentado.
Leer también: Di Giannantonio niega una Ducati «a lo Márquez»: "No la ha revolucionado; su éxito es puro talento"
Bagnaia ha explicado que no es capaz de percibir el límite de la moto en las frenadas, algo que el año pasado era su punto fuerte. “No sé dónde está el límite, no lo siento. Hasta el año pasado, en frenada sentía la goma, sus movimientos, mientras que esta temporada no siento nada hasta que el tren delantero se cierra”, ha asegurado.