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Impulsado por la euforia de su reciente podio en Jerez y las buenas sensaciones del test posterior, Fabio Quartararo llega a su Gran Premio de casa en Le Mans (10-12 de mayo) con la motivación por las nubes y una novedad técnica bajo el carenado de su Yamaha M1: una nueva especificación del motor de cuatro cilindros en línea.
Tras el "exitoso Test de Jerez", como lo calificó el director del equipo Massimo Meregalli, Yamaha ha decidido implementar ya en carrera esta evolución de su propulsor, que tanto Quartararo como su compañero Alex Rins montarán este fin de semana en el circuito francés. Jerez, con su trazado revirado, no era el ideal para evaluar la potencia pura, por lo que las características de 'stop-and-go' de Le Mans servirán como un excelente banco de pruebas.
"Los resultados positivos durante el fin de semana de carrera y también en el Test de Jerez fueron un buen impulso para el equipo, y estoy interesado en ver cómo rinde la nueva especificación de motor en Le Mans. ¡Estoy emocionado por empezar!", declaró un optimista Quartararo.
El objetivo de Yamaha es claro: consolidar la "trayectoria ascendente" demostrada en España. "Tenemos que centrarnos en el trabajo que tenemos entre manos este fin de semana", añadió Quartararo. Meregalli marcó la primera meta: "mantener la tendencia positiva, y nuestro primer objetivo principal es tener a ambos pilotos en la Q2".
Para Alex Rins, el fin de semana francés será también fundamental para seguir acumulando información con la nueva mecánica. "Dimos un paso positivo durante el Test de Jerez (...) Volveremos a probar estas novedades en Le Mans", comentó el barcelonés. "También estamos rodando con la nueva especificación de motor (...) así que este GP será muy importante para recopilar datos para que podamos empezar el test privado de Misano la próxima semana con una buena cantidad de información".
Más allá de lo técnico, Le Mans siempre es especial para Quartararo. "Le Mans es muy especial para mí: es mi GP de casa, y habrá muchos fans animándome", recordó el piloto de Niza, que solo cuenta con un podio (3º en 2021) ante su público. La conexión con los aficionados es única: "No importa cuántas veces lo haya experimentado; se me sigue poniendo la piel de gallina cuando cantan el himno nacional en la parrilla de salida". Un factor emocional que, según Meregalli, "podría ser un impulso adicional para Fabio".
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Con la moral recuperada, mejoras en la moto y el apoyo de su público, Yamaha y Quartararo afrontan el Gran Premio de Francia con la esperanza de confirmar su regreso a las posiciones delanteras y luchar por un buen resultado en un circuito donde la marca de Iwata no consigue la victoria desde el año 2017 (con Maverick Viñales).