![]() Síguenos en WhatsApp |
Jack Miller no se ha guardado nada en su paso por el podcast GYPSY TALES. El piloto australiano, que encara ya su undécima temporada consecutiva en MotoGP, repasó con franqueza y sin pelos en la lengua su etapa como piloto oficial de Ducati, los retos técnicos con KTM y algunas curiosidades que no pasan desapercibidas. Entre ellas, una que ha dejado a más de uno con la ceja levantada: “Ducati tiene una jodida impresora 3D en la parte trasera de su camión que trabaja las 24 horas del día fabricando piezas”.
Durante los años 2021 y 2022, Miller compartió box con Pecco Bagnaia en el equipo de fábrica de Ducati, una experiencia que guarda con especial cariño: “Estar en Ducati fue algo irreal. Ser su piloto de fábrica y ganar carreras con ellos fue algo muy especial. Solo puedo decir cosas buenas de aquella época. Fue un sueño hecho realidad”.
Con el equipo de Borgo Panigale logró tres victorias y subió al podio en doce ocasiones. Su mejor clasificación final llegó en 2021, cuando terminó cuarto en la general, consolidándose como uno de los pilotos más sólidos del campeonato, aunque sin cumplir con las expectativas que el fabricante boloñés había depositado en él.
Pero no todo era color de rosa en ese box teñido de rojo. El ambiente competitivo dentro del equipo es tan intenso como la velocidad de sus motos. “No diría que es algo que asusta, pero es un asiento realmente caliente el de Ducati. Con todo lo que está haciendo ahora Marc y la mierda que se puede leer en Internet sobre Pecco... un tío que el año pasado casi se llevas el campeonato y que ganó 11 o 12 carreras, y que venía de ganar dos mundiales seguidos. Es un ambiente que te degüella”, explicó Miller, dejando claro que el nivel de exigencia roza lo inhumano.
“La gente no deja de cuestionarte cada fin de semana. Es un ambiente realmente duro, aunque al final, cuando estás en lo más alto, siempre es duro. No quiero compadecerme ni para el estilo, es así por naturaleza cuando estás ahí”, añade.
Entre anécdotas y reflexiones, el piloto australiano soltó una de esas perlas que definen por qué Ducati es una referencia en cuanto a tecnología e innovación en MotoGP. “Cuando vi por primera vez esa cosa en el camión, pensé '¿qué coño es esto que han puesto en el camión?' Ocupaba muchísimo espacio, y me dijeron 'es una impresora 3D'. Cuando el camión llega al circuito el miércoles por la mañana, la impresora se pone en marcha esa misma tarde”, contó con asombro.
Según Miller, la máquina no fabrica piezas de motor, sino componentes más ligeros como alerones, soportes para cableado o sensores, muchos en carbono o plástico. “Te lo juro, la máquina está funcionando las 24 horas del día en la parte trasera del camión”. Y añadió: “Creo que es algo que viene de la Fórmula 1, seguro. Ducati es la fábrica que lidera el camino en términos de personal e innovación”.
Después de su paso por Ducati, Miller se unió al equipo oficial KTM. Allí, sin embargo, las cosas no fueron tan rodadas. La RC16 presentaba problemas de chattering que le complicaron mucho la adaptación. “Michelin introdujo un nuevo neumático trasero que creaba muchísimo agarre. Algunas marcas se beneficiaron de este grip a la hora de parar la moto, porque pueden decelerar con ambos neumáticos, pero nosotros no éramos capaces de hacerlo”, explicó.
Leer también: Un sensor de 30 euros arruinó el domingo de Ducati en Assen
“Mi mayor problema fue el chattering lateral, aparecía en mitad de la curva. Cuando estabas en la curva con una velocidad decente, joder, eso empezaba a temblar (hace gestos con la mano). Si ves los vídeos (de aquel año), puedes darte cuenta de que el basculante no paraba de moverse”, concluye el australiano.