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Enea Bastianini cerró su paso por el Gran Premio de Qatar con una duodécima posición que no refleja ni sus expectativas ni el potencial que asegura tener. El piloto del KTM Tech3 se mostró crítico con su carrera, pero también lanzó un mensaje inquietante que generó más preguntas que respuestas: Maverick Viñales -que acabó segundo antes de ser penalizado por presiones indebidas- estaría utilizando una moto distinta a la suya, y a él no se le permite acceder a ese material.
“Me esperaba algo más, pero tuve muchas dificultades para adelantar”, reconoció tras la carrera en unas declaraciones recogidas por GPone.com. Según explicó, cuando rodaba solo su ritmo era bueno, pero los problemas llegaron en determinadas zonas del circuito. “En las curvas a la izquierda patinaba muchísimo con la rueda trasera y no podía acelerar, mientras que en las derechas tenía un ritmo bastante bueno. Podría haberme metido más adelante, pero me vi obligado a quedarme detrás”.
El italiano también asumió un error propio durante la carrera: “Me equivoqué intentando adelantar a Marini, me fui largo y tuve que reconstruir toda la carrera desde atrás”. Esa maniobra lo dejó aún más lejos del grupo de cabeza, haciendo imposible cualquier intento de remontada seria.
Bastianini señaló que la clasificación está siendo su mayor lastre esta temporada: “A día de hoy, la qualy me está perjudicando mucho, así que tendré que mejorar para evitar más carreras mediocres”. Además, comentó que el equipo sigue trabajando en afinar la puesta a punto de la moto, un aspecto que aún considera pendiente. “Nos falta un poco en el setting general”.
Pese a todo, rescató como positivo el progreso realizado a lo largo del fin de semana: “De viernes a domingo hemos mejorado como equipo, y la actuación de Viñales es la prueba de que podemos ser rápidos”.
Pero fue justo al hablar de su compañero de estructura cuando soltó la bomba. “Está usando una moto diferente a la nuestra, pero no puedo decir más porque a nosotros no nos permiten utilizarla”, afirmó sin rodeos. Aun así, no restó mérito al resultado de Viñales, que fue segundo en pista antes de ser penalizado por la presión de los neumáticos. “Ha sido rápido y se adaptó desde el principio”. Bastianini sugirió que hay diferencias técnicas entre su moto y la del catalán, aunque evitó profundizar más.
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Respecto a su estado anímico, trató de mantenerse optimista: “Me voy con buen ánimo porque fuimos creciendo y tuve buen ritmo”. Por último, miró ya hacia el siguiente reto en el calendario. “No sé si sufriremos vibraciones también en Jerez, si no es así, podría ser una buena oportunidad para hacerlo bien”.
