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El Mundial de MotoGP aterriza este fin de semana en Doha, y mientras la mayoría de pilotos afilan sus armas para enfrentarse a una de las pistas más técnicas del calendario, Marc Márquez sigue con una espinita clavada. Y no es una cualquiera. Lo ocurrido en el Circuito de las Américas todavía resuena en la cabeza del piloto del Ducati Lenovo, que vio cómo una carrera casi perfecta se esfumaba en cuestión de milésimas.
“Cerrar un fin de semana que había sido prácticamente perfecto hasta ese momento con una caída deja un sabor amargo”, reconoció Márquez antes de viajar a Qatar. “Fue una fracción de segundo y ahora toca volver a trabajar y seguir concentrados.”
El error, que llegó cuando lideraba con comodidad por delante de su compañero de equipo, Pecco Bagnaia, no solo le costó la victoria en Austin, sino también el liderato del campeonato, que pasó a manos de su hermano Álex por apenas un punto. Un golpe moral que Marc intenta dejar atrás mientras se prepara para una pista que, históricamente, no ha sido su mejor aliada.
El trazado de Losail no le ha dado muchas alegrías al ocho veces campeón del mundo: su única victoria en la categoría reina en este circuito data de 2014. Desde entonces, otros ilustres como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Andrea Dovizioso han saboreado el champán en el podio qatarí más recientemente que él.
Sin embargo, hay razones para el optimismo. Y esas razones tienen nombre y apellidos: Ducati Desmosedici GP. La bestia de Borgo Panigale, con la que Márquez compite por segunda vez esta temporada, ha ganado las últimas cinco carreras disputadas en Qatar, incluyendo los sprints. Una racha que habla por sí sola y que Marc espera aprovechar.
“Tenemos un gran potencial, Ducati siempre ha sido competitiva en esta pista y podemos hacerlo bien”, aseguró el ilerdense, que ya dejó buenas sensaciones en su debut con la moto italiana en la apertura de temporada, donde terminó cuarto en carrera y quinto en el sprint.
Mientras tanto, Pecco Bagnaia llega a Qatar con los deberes hechos. El piloto oficial del Ducati Lenovo Team se impuso en Austin y se muestra confiado de cara a repetir éxito en Losail, donde ya ganó el año pasado. Con 75 puntos y en tercera posición del campeonato, Pecco llega con hambre.
“Volver al trabajo en pista después de una victoria siempre es agradable”, comentó el italiano. “El desenlace final en Austin fue fantástico y estoy muy contento porque, en comparación con el GP anterior, mis sensaciones encima de la moto fueron mucho mejores. Aún nos queda mucho por hacer, hay mucho trabajo por delante, pero este circuito resalta las características y el potencial de la Desmosedici GP”.
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Con once puntos de diferencia entre ambos, y con la igualdad marcando el pulso del campeonato, Losail se perfila como un nuevo escenario de tensión máxima.
