Jorge Mart�n temi� por su carrera deportiva tras su accidente de Supermotard: "Fue grave de verdad"

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A pesar de no estar inscrito en el Gran Premio de las Américas, Jorge Martín no quiso quedarse al margen. El piloto madrileño, aún convaleciente de la dura caída que sufrió a finales de febrero durante un entrenamiento de Supermotard, apareció en el paddock de Austin para apoyar a su equipo Aprilia y seguir de cerca el trabajo de sus compañeros desde el box.

Con gesto distendido pero sincero, Martín se sinceró con los medios sobre las últimas semanas, marcadas por el dolor físico… y mental. “Me alegra estar aquí con vosotros. Cuesta creerlo, pero realmente os he echado de menos”, bromeó antes de entrar en materia: “No estoy en mi mejor momento, pero me estoy recuperando bien y más rápido de lo que los médicos pensaban. Quiero subirme a la moto, pero ahora mismo es complicado. He venido a pasar tiempo con el equipo y aprender cómo trabajan, para que cuando vuelva no sea todo nuevo”.

La historia comenzó con una caída relativamente asumible en los test de Sepang, en la jornada inaugural: “La primera caída fue extraña, me rompí tres huesos, pero a los siete u ocho días ya estaba otra vez sobre la moto. Mentalmente, eso no fue un problema”.

Sin embargo, lo peor llegó justo antes del Gran Premio de Tailandia, en un nuevo accidente en Lleida, sobre una supermotard, con consecuencias mucho más serias. “Me caí el lunes antes de Tailandia. Tuve miedo, mi mano estaba en muy mal estado. Normalmente, después de una operación, empiezas a moverla poco a poco y recuperas sensibilidad, pero esta vez no fue así. No pude mover la mano izquierda durante dos semanas. Fue duro mentalmente y llegué a pensar que no volvería a pilotar”.

Martín detalló cómo fue aquel segundo accidente: “Estaba acelerando en cuarta saliendo de una curva y toqué un piano, entonces me fui al suelo. Fue un highside a gran velocidad. Me rompí cuatro huesos del pie y tres de la mano. La caída fue realmente grave”. El daño más preocupante, según explicó, fue en el brazo izquierdo, en su muñeca: “La cabeza del radio se rompió en tres partes. No sé qué fue peor, si eso o la fractura del escafoides. Ambas son importantes para poder cargar peso en las manos. Creo que ha sido una de las peores lesiones que puede tener un piloto”.

Durante su ausencia, Jorge ha seguido muy de cerca el rendimiento de la moto y del equipo, observando incluso desde casa cómo el rookie Ai Ogura se metía en el top 5 en Tailandia. “Es duro tener que ver eso desde casa. Pero intenté estar siempre en contacto con el equipo. Vi cómo rendía la moto en recta, en frenada, en aceleración… porque es la moto que yo voy a pilotar. Siento que el potencial es mucho mayor que el año pasado. En Tailandia, Ai hizo una actuación impresionante”.

Preguntado sobre la posibilidad de competir con Marc Márquez, ahora mismo el hombre a batir, Martín fue claro: “Espero poder ganarle. Pero incluso si estuviera pilotando ahora, sería imposible. Tengo que ser realista: llevo más de 5.000 km de desventaja, vengo de una lesión y encima con una moto completamente nueva. Tengo que centrarme en mí mismo”.

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Con la vista puesta en el futuro inmediato, el objetivo es claro: intentar reaparecer en Qatar. “Sí, parece que sí. Pero no pilotaré hasta entonces, no quiero que me vuelva a pasar lo mismo. Si pienso que la semana que viene me puedo romper el cuello entrenando…”, soltó entre risas. “Esperaré hasta Qatar. Puede que allí lo intente y tenga que abandonar, o puede que funcione. No sé en qué estado estaré, pero seguro que no al 100%”.