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Bimota ha vuelto a hacer de las suyas. La marca italiana, conocida por combinar sus propios chasis artesanales con motores de terceros, ha dado luz verde a la comercialización de su KB4RC, una naked que toma el potente motor de la Kawasaki Z1000 y lo viste con un traje a medida lleno de carácter y tecnología de primer nivel. Cuatro años después de su debut en el EICMA 2021, la esperada KB4RC llega finalmente a los concesionarios.
La KB4RC mantiene la esencia de la KB4, su hermana carenada, pero en una versión más desnuda y sin concesiones. Monta el motor de cuatro cilindros en línea y 1.043 cc de Kawasaki, el mismo que impulsa la Ninja 1000SX, entregando 142 cv a 10.000 rpm. Esta planta motriz se acopla a un chasis multitubular de acero al cromo-molibdeno reforzado con placas de aluminio mecanizadas, logrando un equilibrio entre rigidez y ligereza.
El basculante de aluminio de tres piezas, más largo de lo habitual con 555 mm, mejora la tracción y la estabilidad en curvas rápidas. Además, la distribución de pesos de 53,3 % en el tren delantero y 46,7 % en el trasero permite una conducción precisa y ágil, algo que se complementa con una distancia entre ejes de solo 1.390 mm, típica de una deportiva de media cilindrada.
El apartado de suspensiones corre a cargo de Öhlins, con una horquilla FG R&T 43 NIX30 completamente ajustable en el eje delantero y un amortiguador trasero TTX36. Para el sistema de frenos, Bimota ha confiado en Brembo, con pinzas radiales y discos de alto rendimiento, garantizando una frenada contundente.
Las llantas de aluminio forjado OZ Racing reducen el peso no suspendido, mientras que el escape, firmado por Arrow, luce un silenciador doble de diseño exclusivo con el logo de Bimota grabado a láser.
El diseño de la KB4RC no solo es una declaración de estilo, sino que también obedece a razones funcionales. En una decisión poco convencional, el radiador se ha ubicado bajo el colín trasero, favoreciendo la centralización de masas y dejando el frontal más despejado.
El aire se canaliza a través de conductos de fibra de carbono integrados en el carenado lateral, una solución que mejora la refrigeración y aporta un toque aerodinámico inconfundible.
El asiento de cuero genuino y los acabados en fibra de carbono refuerzan su exclusividad, mientras que cada unidad cuenta con una placa con número de serie grabado, garantizando su carácter de pieza de colección.
A pesar de su espíritu artesanal, la KB4RC incorpora lo último en electrónica gracias a la colaboración con Kawasaki. La moto viene equipada con una IMU de seis ejes que gestiona ayudas como el ABS en curva, control de tracción y diferentes modos de potencia. También dispone de cambio rápido bidireccional Quickshifter, control de crucero y una instrumentación digital moderna que ofrece toda la información necesaria al piloto.
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Su llegada a los concesionarios está programada para finales del mes marzo, y aunque su precio no ha sido revelado, se espera que esté en línea con la exclusividad que representa. Como referencia, su hermana carenada cuesta 39.300 €, así que esta variante RC andará muy cerca, por encima de rivales como la Ducati Streetfighter V4 o la KTM 1390 Super Duke R.