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Cuando creías que Sébastien Loeb ya había dominado todos los terrenos posibles, el nueve veces campeón del WRC ha decidido cambiar el rugido de su coche de rally por el de una bestia de dos ruedas. Y no cualquiera, sino una Yamaha R1 GYTR, la versión más radical y preparada para circuito de la mítica superbike japonesa.
Loeb, un apasionado de las motos antes de conquistar los tramos de tierra y asfalto, volvió a sus raíces sobre dos ruedas en una experiencia que dejó a todos con la boca abierta. “Las primeras carreras que hice después de la gimnasia fueron sobre dos ruedas, en carreras de ciclomotores”, recordó Loeb durante la jornada de pruebas junto al programa Automoto del canal TF1+.
Incluso, confesó que, de haberse cruzado antes con otra oportunidad, quizás su carrera deportiva habría ido por otro camino: “Si en lugar de encontrarme con el rally me hubiese topado con un campeonato para motos, igual me habría metido en eso”.
La protagonista de la jornada fue una Yamaha R1 GYTR, una máquina que lleva el ADN de competición en cada tornillo. Con un motor optimizado para rendir 215 cv y un peso contenido de 172 kilos, esta moto es una de las más radicales del catálogo de Yamaha Racing. Pero no todo es potencia bruta: la electrónica y los neumáticos están preparados para domar semejante fiereza.
Tras una rápida toma de contacto, Loeb se lanzó a disfrutar de la experiencia. El francés no tardó en comprobar que la vida sobre dos ruedas tiene sus propios códigos. “Es más cansado que en coche. La gran diferencia es que, en el coche, cuando deslizas y pasas el límite, sabes que en la siguiente vuelta puedes ajustar. Aquí, si pierdes el control del tren delantero, la siguiente vuelta será mucho más tarde... o puede que no llegue”, comentó entre risas.
Los expertos que lo acompañaron durante la prueba no tardaron en destacar su habilidad y rápida adaptación, algo que no sorprende si tenemos en cuenta su historial. Loeb no solo es leyenda en el WRC, sino también un apasionado del motor en todas sus formas.
Y es que ver a Loeb exprimiendo al máximo esta Yamaha en circuito es todo un espectáculo. Una combinación perfecta entre la potencia desbocada de la R1 y la precisión milimétrica del francés, capaz de trazar cada curva como si llevara años compitiendo en moto.
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Si quieres ver en acción a Loeb domando esta bestia de dos ruedas, no te pierdas el siguiente vídeo.
