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Pedro Acosta afronta la temporada 2025 de MotoGP con una mentalidad renovada y con la confianza de que su evolución en KTM le permitirá ser aún más competitivo. Tras un año de debut lleno de momentos brillantes pero también de altibajos, el piloto murciano llega a la primera carrera en Tailandia con una visión más clara de lo que necesita para consolidarse en el top 5, su gran objetivo para este 2025.
Acosta no ocultó su entusiasmo al reencontrarse con el ambiente de un fin de semana de carreras. "Es tan bonito estar aquí. Es muy diferente hablar de tests y entrenamientos en invierno. Ahora volvemos a la realidad de un Gran Premio", expresó con una sonrisa.
Para el joven talento de KTM, la espera se ha hecho larga, y por fin ha llegado el momento de la acción real: "Tengo muchas ganas. Me han gustado los test de pretemporada, pero ahora empieza lo importante. Volvemos a la rutina de un fin de semana de carreras, con un calendario más estricto. No podemos elegir cuándo apretar de verdad, ya el viernes por la tarde hay que estar delante, porque en la clasificación el tiempo es muy limitado", explicó el español.
Después de un 2024 en el que mostró velocidad pero también sufrió caídas que le privaron de mejores resultados, Acosta ha comprendido que para pelear arriba en MotoGP no solo importa ser rápido. "La clave de todo es la constancia al más alto nivel. Todos vimos cómo Jorge ganó el título el año pasado. Es la forma de hacerlo", reconoció el piloto de KTM.
Acosta ha trabajado en mantener un enfoque más equilibrado: "Por supuesto que quiero pelear en cada carrera, pero hay que mantener la calma e intentar conseguir esa estabilidad". Su análisis es claro: no se trata solo de ser rápido en momentos puntuales, sino de construir una temporada sólida sin altibajos.
El piloto murciano también destacó el progreso de KTM con la RC16 2025, una moto que ahora se adapta mejor a su estilo de pilotaje. "El proyecto de KTM es muy personal, llevo dos años aquí y creo que tiene un gran potencial, al igual que la moto. Hemos mejorado y creo que podemos ser competitivos", afirmó.
Uno de los aspectos que más ha notado es que ahora la moto le permite mantener un ritmo más estable sin exigir un esfuerzo extremo en cada vuelta. "El año pasado iba rápido y luego me caía. Había progresión, pero no era lineal, tenía muchos altibajos", admitió.
Los test de pretemporada le han servido para confirmar que KTM ha dado un paso adelante: "Ahora la moto es más dócil. La temporada pasada teníamos que ir al máximo en cada vuelta, y no era posible, no podíamos respirar. En los test hice una simulación de Sprint y otra de carrera, y se nota que la moto se mueve menos, puedes pensar mejor en lo que haces", explicó Acosta.
Pero no solo ha sido un invierno de mejoras técnicas, sino también de evolución personal. Acosta ha trabajado en su mentalidad para afrontar mejor los retos de MotoGP: "Me siento mejor, he trabajado en mi cabeza", confesó.
El piloto dejó entrever que ha contado con apoyo externo para dar este paso: "Ha habido personas que me han ayudado mucho este invierno, especialmente una que me ha hecho entender muchas cosas y me ha permitido relajarme. Ha estado a mi lado y me ha enseñado cómo usar la cabeza. En los próximos meses os diré quién es", reveló.
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Una de las lecciones más valiosas que ha aprendido es que la prisa no siempre es la mejor aliada. "El año pasado tenía muchas ganas de llegar y mucha urgencia, todo lo contrario que Martín, que no ganó muchas carreras, pero sí el Mundial. No hace falta estar en el podio en todas las carreras, necesito esa tranquilidad y constancia que me faltaron", concluyó.
